Las fintech dedicadas a brindar servicios financieros usando tecnologías digitales siguen creciendo. Tappoyo, la primera propuesta en América Latina que otorgó créditos grupales a mujeres y que fue fundada por la joven peruana Fiorella Contreras, llegará a Colombia en el último trimestre del 2024. Previo a ese paso, alista su expansión a nivel local y no descarta levantar capital este año.
El proyecto nació en el 2018 y en tres años logró ganar el premio Kunan. En abril próximo la fintech será reconocida por la Oficina de las Naciones Unidas para la innovación y el International Center for New Media (ICNM) por “su modelo escalable y rentable”. Los primeros pasos de la empresa —recuerda Contreras— fue desembolsando créditos digitalmente en San Martín, Huánuco y Lima. Hoy ya están en siete regiones y en los próximos meses llegarán a todo el país.
Así, la meta para este 2024 a nivel local es pasar de las 3,200 mujeres beneficiarias (2023) a las 18,000, lo que implica un desembolso de más de S/ 20 millones. La fintech ofrece préstamos grupales que van desde los S/ 7,200 hasta los S/ 18,000 a una tasa de interés que es 300% menor a la que ofrece el sistema informal.
“Nuestro principal competidor no es el banco, son los prestamistas informales”, detalla Rennzo Contreras, cofundador de Tappoyo. Explica que la fintech apunta a mujeres que no han tenido la oportunidad de ingresar al sistema financiero, pero que buscan mejorar su economía. En el Perú, estima que hay 3.5 millones de mujeres que calzan con el perfil.
La tecnología que utiliza permite acceder a información pública y exclusiva de su potencial cliente. Esto último, gracias a su red de mujeres aliadas y mujeres que lideran diferentes comunidades en el país.
Según sus datos, el 70% de sus beneficiarias son madres solteras y, de ese grupo, el 72% no terminó la secundaria. Al cierre del 2023, señala, el 85% de clientes logró renovar su crédito, mientras que tres de cada 10 que accedió al préstamo implementó un emprendimiento. Su tasa de default es del 1% de toda su cartera.
Las cifras y el modelo de negocio de Tappoyo ha permitido entablar conversaciones con entidades financieras y fondos de inversión internacionales interesados en formar alianzas, las que se podrían concretar en el corto plazo.
Rennzo reconoce que las fintech están “preparando el terreno” para que más personas califiquen en el futuro a préstamos en grandes entidades. “Hoy el 98% de nuestras beneficiarias no son clientes de ningún banco”.
Una de las innovaciones de la fintech para este 2024 es reducir el tiempo de desembolso del crédito digital. Actualmente el préstamo grupal a mujeres a través de las cajas o cooperativas puede tardar hasta 15 días. En Tappoyo el tiempo es hasta de cincos días, pero quieren hacerlo en 48 horas para abril de este año. ¿Cómo?
“En cualquier parte del mundo prestar dinero es fácil, pero recuperarlo es retador”, comenta Rennzo.
Bajo esa premisa, han diseñado su tecnología para evaluar información tradicional del cliente (central de riesgo, SBS, etc.), información alternativa (redes sociales, por ejemplo) y exclusiva. A esta última se accede a través de mujeres líderes capacitadas por la fintech. “Ellas nos dan información actual sobre el cliente, dónde vive y si la casa es alquilada o no, para tomar la decisión de desembolso”, explica.
“De esta forma estamos robusteciendo nuestro motor, integrándolo con la Inteligencia Artificial, y eso permite que los tiempos de evaluación y prevención de riesgos se reduzca”, señala Rennzo. El mejoramiento de la tecnología también les permitirá atender a sus futuros clientes de Bogotá y Medellín, en Colombia, donde instalarán una oficina para realizar alianzas con diferentes organizaciones. “En Colombia todavía no hay una fintech con el modelo que nosotros tenemos”, asegura.
Los fundadores explican que Tappoyo se apalanca de fondos de personas naturales.
“Son personas cuyos ahorros crecieron debido a la pandemia y buscan formas de rentabilizarlos. En Colombia, luego de la crisis sanitaria, el crecimiento del ahorro fue casi similar al de Perú, en un 120%. Además, la regulación y los permisos son muy similares al del mercado peruano”, cuenta Rennzo.
Otro de los objetivos de Tappoyo para este año es incluir el desembolso de créditos personales a mujeres. Aunque todavía no se ha acordado una fecha exacta de lanzamiento, Fiorella Contreras adelantó que beneficiará a aquellas clientes que tengan un historial crediticio de 12 meses con la empresa.
“Cuando una emprendedora tenga un historial crediticio de 12 meses con nosotros accederá a un financiamiento con condiciones más favorables. El préstamo ascenderá desde los S/ 900 hasta los S/ 2,000″, dice.
Las fintech dedicadas a brindar servicios financieros usando tecnologías digitales siguen creciendo. Tappoyo, la primera propuesta en América Latina que otorgó créditos grupales a mujeres y que fue fundada por la joven peruana Fiorella Contreras, llegará a Colombia en el último trimestre del 2024. Previo a ese paso, alista su expansión a nivel local y no descarta levantar capital este año.
El proyecto nació en el 2018 y en tres años logró ganar el premio Kunan. En abril próximo la fintech será reconocida por la Oficina de las Naciones Unidas para la innovación y el International Center for New Media (ICNM) por “su modelo escalable y rentable”. Los primeros pasos de la empresa —recuerda Contreras— fue desembolsando créditos digitalmente en San Martín, Huánuco y Lima. Hoy ya están en siete regiones y en los próximos meses llegarán a todo el país.
Así, la meta para este 2024 a nivel local es pasar de las 3,200 mujeres beneficiarias (2023) a las 18,000, lo que implica un desembolso de más de S/ 20 millones. La fintech ofrece préstamos grupales que van desde los S/ 7,200 hasta los S/ 18,000 a una tasa de interés que es 300% menor a la que ofrece el sistema informal.
“Nuestro principal competidor no es el banco, son los prestamistas informales”, detalla Rennzo Contreras, cofundador de Tappoyo. Explica que la fintech apunta a mujeres que no han tenido la oportunidad de ingresar al sistema financiero, pero que buscan mejorar su economía. En el Perú, estima que hay 3.5 millones de mujeres que calzan con el perfil.
La tecnología que utiliza permite acceder a información pública y exclusiva de su potencial cliente. Esto último, gracias a su red de mujeres aliadas y mujeres que lideran diferentes comunidades en el país.
Según sus datos, el 70% de sus beneficiarias son madres solteras y, de ese grupo, el 72% no terminó la secundaria. Al cierre del 2023, señala, el 85% de clientes logró renovar su crédito, mientras que tres de cada 10 que accedió al préstamo implementó un emprendimiento. Su tasa de default es del 1% de toda su cartera.
Las cifras y el modelo de negocio de Tappoyo ha permitido entablar conversaciones con entidades financieras y fondos de inversión internacionales interesados en formar alianzas, las que se podrían concretar en el corto plazo.
Rennzo reconoce que las fintech están “preparando el terreno” para que más personas califiquen en el futuro a préstamos en grandes entidades. “Hoy el 98% de nuestras beneficiarias no son clientes de ningún banco”.
Una de las innovaciones de la fintech para este 2024 es reducir el tiempo de desembolso del crédito digital. Actualmente el préstamo grupal a mujeres a través de las cajas o cooperativas puede tardar hasta 15 días. En Tappoyo el tiempo es hasta de cincos días, pero quieren hacerlo en 48 horas para abril de este año. ¿Cómo?
“En cualquier parte del mundo prestar dinero es fácil, pero recuperarlo es retador”, comenta Rennzo.
Bajo esa premisa, han diseñado su tecnología para evaluar información tradicional del cliente (central de riesgo, SBS, etc.), información alternativa (redes sociales, por ejemplo) y exclusiva. A esta última se accede a través de mujeres líderes capacitadas por la fintech. “Ellas nos dan información actual sobre el cliente, dónde vive y si la casa es alquilada o no, para tomar la decisión de desembolso”, explica.
“De esta forma estamos robusteciendo nuestro motor, integrándolo con la Inteligencia Artificial, y eso permite que los tiempos de evaluación y prevención de riesgos se reduzca”, señala Rennzo. El mejoramiento de la tecnología también les permitirá atender a sus futuros clientes de Bogotá y Medellín, en Colombia, donde instalarán una oficina para realizar alianzas con diferentes organizaciones. “En Colombia todavía no hay una fintech con el modelo que nosotros tenemos”, asegura.
Los fundadores explican que Tappoyo se apalanca de fondos de personas naturales.
“Son personas cuyos ahorros crecieron debido a la pandemia y buscan formas de rentabilizarlos. En Colombia, luego de la crisis sanitaria, el crecimiento del ahorro fue casi similar al de Perú, en un 120%. Además, la regulación y los permisos son muy similares al del mercado peruano”, cuenta Rennzo.
Otro de los objetivos de Tappoyo para este año es incluir el desembolso de créditos personales a mujeres. Aunque todavía no se ha acordado una fecha exacta de lanzamiento, Fiorella Contreras adelantó que beneficiará a aquellas clientes que tengan un historial crediticio de 12 meses con la empresa.
“Cuando una emprendedora tenga un historial crediticio de 12 meses con nosotros accederá a un financiamiento con condiciones más favorables. El préstamo ascenderá desde los S/ 900 hasta los S/ 2,000″, dice.