Monnet Payment, fintech peruana de recaudo y dispersión de dinero, se alista este año para dar uno de sus pasos más osados: ingresar a Brasil. La empresa, además, está explorando la industria de las remesas.
Si hubo una actividad que ha crecido junto al comercio online son las transacciones en línea y, con ello, también lo hicieron las devoluciones de pedidos y, por ende, de pagos. El economista Eduardo Luna (45) y el experto en negocios internacionales, Franco Zurita (35), advirtieron dicha dinámica cuando trabajaban juntos en la empresa de pagos online Safetypay (adquirida por la estadounidense Paysafe en 2021), antes de la emergencia global por covid.
Estaban en Chile (Franco era country manager de la firma en el país vecino y Luna responsable de la región andina) y comenzaron a notar que sus clientes –en su mayoría retailers– buscaban una solución para gestionar las devoluciones de las compras, sobre todo durante las campañas anuales de e-commerce, como los Cyber Days. En ese momento, crearon un prototipo de negocio y lo presentaron en Safetypay. La empresa, en medio del proceso de venta a Paysafe, decidió no priorizarlo, cuenta Luna, hoy CEO de Monnet Payment, como bautizaron a la empresa de recaudo y dispersión de dinero que fundaron en Perú hace tres años.
“Veníamos con ganas de emprender. Vimos el momento, habíamos tocado techo en la empresa y al business case, que no se aprobó, le poníamos mucha fe. Gracias a Dios los resultados superaron el escenario optimista”, dice. El ejecutivo detalla que el año pasado facturaron US$23 millones, un 188% más que en 2022.
Con 150 clientes (que esperan duplicar en 2024), la compañía ha desarrollado un producto que permite recaudar dinero de compras en línea y también devolverlo o depositarlo en proveedores. Así, por ejemplo, trabaja con empresas de taxis, que reciben el dinero de los pagos de sus clientes por cada viaje y, a la vez, necesitan pagar las comisiones a sus drivers. Además, atiende a aerolíneas, agencias de viajes, retailers, gestores de propiedades, influencers, compañías de belleza, entre otros rubros. Incluso trabaja con otros proveedores de pago, enfocados solo en recaudo, acota Zurita, cofundador y director de operaciones (CCO) de Monnet Payments.
“Si bien pueden ser competidores nuestros, los vemos como partners, y les ofrecemos nuestra solución de payouts a casi todos los que operan en la región”, explica.
En efecto, desde el inicio, el plan de la fintech ha sido operar en la región latinoamericana. En mayo de 2020, partieron en Perú, Ecuador y Chile. En 2022, llegaron a Guatemala y Honduras y, el año pasado, se establecieron en México y Colombia. En México, ya trabajan con un cliente. En Colombia, buscan ‘relanzar’ el negocio este primer trimestre.
“Constituir la empresa nos toma más o menos un mes, pero armar el producto puede tomar más tiempo, porque consiste en conectarnos con bancos y procesadores”, sostiene Zurita.
Justamente, es en la relación con los bancos y sus proveedores donde la fintech entiende que puede seguir mejorando el servicio y rentabilidad. La oportunidad está en conectar con bancos que tengan sus pagos automatizados para ofrecer inmediatez en la recepción del dinero, tanto como pago o devolución. Este año busca que la mitad de sus procesamientos –que sumaron US$1.000 millones en 2023 y quieren alcanzar los US$2.000 millones este 2024– sea inmediato y el resto, se pueda confirmar en como máximo una hora. En lo que refiere a la rentabilidad, la fintech piensa en grande.
“Como hemos ido creciendo, vamos obteniendo mejores tarifas con los procesadores”, dice Luna.
Con México activo, Colombia en proceso, Perú a todo babor (representa el 50% del volumen procesado) y Argentina en marcha, este año la fintech planea aterrizar en Brasil.
“Dentro de los planes para este año, está lanzar Brasil, que era el gran país que nos faltaba. Lo dejamos para el último a propósito. Es parte de la estrategia. Ya estamos en el proceso de hacer las conexiones [con bancos y proveedores] para ofrecer [el servicio] allá”, anuncia Zurita.
“Es un desafío muy grande. Es un mercado que estamos explorando, queremos lanzarlo este año, pero va a ser más hacia el segundo semestre. Brasil es casi un negocio aparte. Hay que entrar con un buen capital”, agrega Luna, a su turno.
Aclara que no prevén levantar capital ni endeudarse para ingresar al gigante sudamericano. En efecto, el economista resalta que ser autofinanciables es una atributo que los define como empresa, como también operar home-office (abrieron una oficina hace seis meses para organizar reuniones entre sus 180 empleados) y haber nacido en pandemia.
En Brasil, llegarán con la misma solución que ofrecen en otros mercados, explican los ejecutivos.
“El producto de payouts que tenemos es totalmente nuevo y no tiene límites de procesamiento, con el que empezamos no podríamos plantear la expansión a Brasil y Colombia. La base del producto está listo”, señala Luna.
En ese sentido, el CEO señala que un eje de inversión este año será el capital humano destinado a mejorar el producto y afianzar las integraciones con proveedores. En total, prevén destinar unos US$2 millones para este fin.
“El equipo de tecnología se va a duplicar este año. Para contar con un mejor producto, vamos a tener que hacer muchas integraciones con proveedores. Para eso, se necesita músculo, developers”, informa.
El ejecutiva apunta que, en su radar, están los perfiles profesionales con experiencia en unicornios de la industria de pagos o industrias complementarias. Más presencia de marca y explorar nuevos negocios como las remesas también están en agenda.
“Hace bastante fit con lo que ofrecemos y la inmediatez que podemos dar. Porque la recarga [de la remesa] normalmente es inmediata, en el 95% de los casos, pero la dispersión no. Ahí está nuestro diferencial. Por eso, queremos entrar en esta industria: porque hay países que tienen un volumen muy grande de remesas, como México, Colombia y Brasil”, amplía Zurita. Cabe anotar que, el año pasado, Monnet Payment procesó 7 millones de transacciones en Perú, dijo Luna.
Monnet Payment, fintech peruana de recaudo y dispersión de dinero, se alista este año para dar uno de sus pasos más osados: ingresar a Brasil. La empresa, además, está explorando la industria de las remesas.
Si hubo una actividad que ha crecido junto al comercio online son las transacciones en línea y, con ello, también lo hicieron las devoluciones de pedidos y, por ende, de pagos. El economista Eduardo Luna (45) y el experto en negocios internacionales, Franco Zurita (35), advirtieron dicha dinámica cuando trabajaban juntos en la empresa de pagos online Safetypay (adquirida por la estadounidense Paysafe en 2021), antes de la emergencia global por covid.
Estaban en Chile (Franco era country manager de la firma en el país vecino y Luna responsable de la región andina) y comenzaron a notar que sus clientes –en su mayoría retailers– buscaban una solución para gestionar las devoluciones de las compras, sobre todo durante las campañas anuales de e-commerce, como los Cyber Days. En ese momento, crearon un prototipo de negocio y lo presentaron en Safetypay. La empresa, en medio del proceso de venta a Paysafe, decidió no priorizarlo, cuenta Luna, hoy CEO de Monnet Payment, como bautizaron a la empresa de recaudo y dispersión de dinero que fundaron en Perú hace tres años.
“Veníamos con ganas de emprender. Vimos el momento, habíamos tocado techo en la empresa y al business case, que no se aprobó, le poníamos mucha fe. Gracias a Dios los resultados superaron el escenario optimista”, dice. El ejecutivo detalla que el año pasado facturaron US$23 millones, un 188% más que en 2022.
Con 150 clientes (que esperan duplicar en 2024), la compañía ha desarrollado un producto que permite recaudar dinero de compras en línea y también devolverlo o depositarlo en proveedores. Así, por ejemplo, trabaja con empresas de taxis, que reciben el dinero de los pagos de sus clientes por cada viaje y, a la vez, necesitan pagar las comisiones a sus drivers. Además, atiende a aerolíneas, agencias de viajes, retailers, gestores de propiedades, influencers, compañías de belleza, entre otros rubros. Incluso trabaja con otros proveedores de pago, enfocados solo en recaudo, acota Zurita, cofundador y director de operaciones (CCO) de Monnet Payments.
“Si bien pueden ser competidores nuestros, los vemos como partners, y les ofrecemos nuestra solución de payouts a casi todos los que operan en la región”, explica.
En efecto, desde el inicio, el plan de la fintech ha sido operar en la región latinoamericana. En mayo de 2020, partieron en Perú, Ecuador y Chile. En 2022, llegaron a Guatemala y Honduras y, el año pasado, se establecieron en México y Colombia. En México, ya trabajan con un cliente. En Colombia, buscan ‘relanzar’ el negocio este primer trimestre.
“Constituir la empresa nos toma más o menos un mes, pero armar el producto puede tomar más tiempo, porque consiste en conectarnos con bancos y procesadores”, sostiene Zurita.
Justamente, es en la relación con los bancos y sus proveedores donde la fintech entiende que puede seguir mejorando el servicio y rentabilidad. La oportunidad está en conectar con bancos que tengan sus pagos automatizados para ofrecer inmediatez en la recepción del dinero, tanto como pago o devolución. Este año busca que la mitad de sus procesamientos –que sumaron US$1.000 millones en 2023 y quieren alcanzar los US$2.000 millones este 2024– sea inmediato y el resto, se pueda confirmar en como máximo una hora. En lo que refiere a la rentabilidad, la fintech piensa en grande.
“Como hemos ido creciendo, vamos obteniendo mejores tarifas con los procesadores”, dice Luna.
Con México activo, Colombia en proceso, Perú a todo babor (representa el 50% del volumen procesado) y Argentina en marcha, este año la fintech planea aterrizar en Brasil.
“Dentro de los planes para este año, está lanzar Brasil, que era el gran país que nos faltaba. Lo dejamos para el último a propósito. Es parte de la estrategia. Ya estamos en el proceso de hacer las conexiones [con bancos y proveedores] para ofrecer [el servicio] allá”, anuncia Zurita.
“Es un desafío muy grande. Es un mercado que estamos explorando, queremos lanzarlo este año, pero va a ser más hacia el segundo semestre. Brasil es casi un negocio aparte. Hay que entrar con un buen capital”, agrega Luna, a su turno.
Aclara que no prevén levantar capital ni endeudarse para ingresar al gigante sudamericano. En efecto, el economista resalta que ser autofinanciables es una atributo que los define como empresa, como también operar home-office (abrieron una oficina hace seis meses para organizar reuniones entre sus 180 empleados) y haber nacido en pandemia.
En Brasil, llegarán con la misma solución que ofrecen en otros mercados, explican los ejecutivos.
“El producto de payouts que tenemos es totalmente nuevo y no tiene límites de procesamiento, con el que empezamos no podríamos plantear la expansión a Brasil y Colombia. La base del producto está listo”, señala Luna.
En ese sentido, el CEO señala que un eje de inversión este año será el capital humano destinado a mejorar el producto y afianzar las integraciones con proveedores. En total, prevén destinar unos US$2 millones para este fin.
“El equipo de tecnología se va a duplicar este año. Para contar con un mejor producto, vamos a tener que hacer muchas integraciones con proveedores. Para eso, se necesita músculo, developers”, informa.
El ejecutiva apunta que, en su radar, están los perfiles profesionales con experiencia en unicornios de la industria de pagos o industrias complementarias. Más presencia de marca y explorar nuevos negocios como las remesas también están en agenda.
“Hace bastante fit con lo que ofrecemos y la inmediatez que podemos dar. Porque la recarga [de la remesa] normalmente es inmediata, en el 95% de los casos, pero la dispersión no. Ahí está nuestro diferencial. Por eso, queremos entrar en esta industria: porque hay países que tienen un volumen muy grande de remesas, como México, Colombia y Brasil”, amplía Zurita. Cabe anotar que, el año pasado, Monnet Payment procesó 7 millones de transacciones en Perú, dijo Luna.