Una de las principales lecciones que aprendió Christophe Robilliard durante su paso por las aplicaciones de movilidad Easy Taxi (en la que aceptó una gerencia a sus 23 años) y Cabify (que absorbió a Easy Taxi en 2019 y en donde el ejecutivo tuvo el cargo de gerente regional) fue que el ciclo financiero de la mayoría de los latinoamericanos es semanal. Esto, según el emprendedor, es más marcado entre los trabajadores informales.
Dicha experiencia se convirtió en el punto de partida para el diseño del modelo de negocio de Kashin, la fintech de nanocréditos (de US$12 a US$200) que el ingeniero industrial fundó en Perú en septiembre de 2020 con el ingeniero de sistemas peruano José Manuel Palacios. Este último, que hoy se desempeña como chief technology officer (CTO) de Kashin, también fue un alto directivo en apps de movilidad (ocupó los cargos de gerente regional de producto de Easy Taxi y gerente gerente de software y de data regional de Cabify).
En efecto, fue a partir de esa premisa que decidieron emprender en el mundo fintech. Aquello ocurrió cuando dejaron Cabify, luego de que esta aplicación se desprendiera de la unidad de desarrollo de nuevos negocios en la que trabajaban entonces ambos, explicó Robilliard, quien hoy es el CEO de Kashin.
La apuesta fue gradual. Se les presentó la oportunidad de desarrollar juntos una billetera electrónica para una empresa cuyas ventas estaban dirigidas al sector masivo. La tomaron con la intención de sumergirse en el rubro.
“Nos gustó la idea y le ayudamos al gerente general a lanzar el proyecto, sabiendo que nosotros queríamos lanzar nuestra propia compañía, que estábamos aprendiendo de fintech y era una gran oportunidad para hacerlo”, cuenta a Forbes Robilliard.
“Hay muy pocas [personas] en nuestra región que pueden gestionar finanzas de manera mensual. Por ejemplo, si un taxista descansa un domingo, es porque el sábado alcanzó su objetivo semanal. Sino tiene que seguir trabajando el domingo. El tipo de crédito que necesitan son créditos de liquidez inmediata que puedan repagar rápido“Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Fue en ese curso de entendimiento que los ejecutivos definieron el segmento al que apuntaban atender: población subancarizada que no puede acceder a préstamos por no tener historial en el sistema financiero. De hecho, luego ajustaron el target aun más y se inspiraron en David Vélez, cofundador del unicornio Nubank, quien ha descartado que su empresa vaya a atender y desarrollar productos para personas de más de 50 años.
Así, la clientela de Kashin tiene entre 21 y 35 años. En su mayoría son microempresarios. “Si no tiene un smartphone ni una cuenta de correo y no usa whatsapp, no es nuestro cliente”, sentencia Robilliard al tiempo que refuerza que la fintech solo opera en línea. Con ello, el CEO quiere decir que su clientela tampoco piensa ni desea ir a un banco.
“Nosotros nacimos remotos y seguiremos siendo remotos porque es parte de nuestros valores“, enfatiza. Cabe indicar que el equipo de Kashin hoy cuenta con 50 personas. Hace un año eran cinco.
Poco más de un año después de haber iniciado operaciones, Kashin cuenta con más de 50.000 descargas, 30.000 cuentas registradas y unos 10.000 créditos otorgados por más de US$1.000.000.
“La bancarizacón ya no es un problema en Latinoamérica. Ya el problema no es conseguir que alguien tenga una cuenta bancaria. Las cuentas bancarias las abres con cualquier app de cualquier aplicación de cualquier banco. El problema es que no accedes a productos financieros, como préstamos, como tarjeta de crédito, porque al ser informal no tienes ingresos probados en el sistema“Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Quizá lo más llamativo de esta app de nanocréditos es su pilar tecnológico.
“Creamos un algoritmo crediticio colaborativo, donde los usuarios incrementan su línea de crédito y disminuyen su tasa de interés según su comportamiento y el de su red de K-Amigos”, explica Robilliard sobre el sistema de garantías escogido para evaluar a sus clientes y, así, salvaguardar la salud financiera del negocio.
Se trata de “una pequeña red social crediticia” que el usuario crea en la aplicación y permite invitar a los contactos del celular a ser parte de ella. Según el pasado crediticio de la red, Kashin filtra los usuarios y los clasifica por niveles para ajustar su tasa de interés.
“Nos dimos cuenta que el problema real en esta industria era controlar el default rate a la ahora de dar un préstamo a alguien que es informal”.Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Con una morosidad de 8% (15% es la promedio del segmento microcréditos en la banca tradicional, apunta Robilliard), la fintech apalanca su capacidad para atraer nuevos clientes a través del boca a boca y canales de adquisición virtuales, como Google Ads y Facebook.
Le puede interesar: Cómo estos jóvenes empresarios peruanos han afrontado la incertidumbre este último año
“Más de la mitad de nuestros usuarios llegan referidos de amigos. A pesar de que no damos ningún cupón de descuento o de dinero por que traigan amigos, solo [llegan] por el incentivo que tiene el usuario para incrementar su nivel [crediticio en la app]”, indica el CEO. De hecho, revela que por mes están creciendo 51% en nuevos usuarios.
¿Y para qué piden nanocréditos los clientes de Kashin? Según Robilliard, la mayoría son solicitados para capital de trabajo. En pocas palabras, para mantenerse laboralmente activos; para sostener su productividad.
A Y Combinator, una de las más importantes aceleradoras de startups del mundo, decidieron postular en abril pasado. Fueron elegidos y, dos semanas después, comenzaron el programa de aceleración. “Lo hicimos porque queríamos tener una visión más global”, sostiene Robilliard.
De hecho, la startup proyecta en septiembre levantar una ronda de inversión de más de US$3 millones, que el CEO explica es lo que actualmente tienen comprometidos.
Le puede interesar: Latinoamérica: una nueva era para las startups y el talento
Hasta ahora Kashin ha estado respaldada por lo que Robilliard denomina un “sindicato de inversionistas”. Este está integrado por: Newtopia VC, Unpopular Ventures, First Check Ventures, Funfair Ventures, MrPink VC, 99Startups, Winnipeg Capital y Kleiner Perkins Scouting Program. Robillard se siente particularmente orgulloso del primero, que fue el que lo apoyó en un inicio. También del último, que tiene inversiones en marcas globales, como Spotify y Slack.
El emprendedor explica que buscan la ronda para desarrollar más productos y llegar más rápido a nuevas geografías. Entre las nuevas soluciones anticipa que proyectan lanzar en el mercado peruano un POS (del inglés point of sales) digital. Además, una oportunidad de negocio que ve el CEO para su startup son los avales para obtener una linea postpago.”Queremos ir mucho más allá de los productos tradicionales”, comenta.
En materia de expansión, la empresa busca llegar a Colombia este año. De hecho, 10% del equipo de Kashin ya está entre Bogotá y Medellín.
“No entramos aún a Colombia por un tema de foco. Estamos concentrados en lanzar este segundo producto [el POS digital] y en tenerlo totalmente operativo. A la par, hay que cumplir con la regulación colombiana”, indica, sobre la necesidad de registrar la fintech ante el regulador colombiano, una licencia que ya poseen en Perú.
En un par de meses, la firma también planea levantar más fondo de deuda para incrementar los desembolsos. A la fecha, los nanocréditos desembolsados han sido apalancados con la mitad de un fondo total de US$200.000.
Publicidad
“El capital de deuda está siendo bastante más fácil de conseguir que el equity”, señala, consciente de que la ola de gran liquidez para la startups comienza a agotarse en el mundo.
“Se está dejando de confiar un poco en compañías muy ‘sexis’ y que tienen el hiper growth como prioridad en vez de la sostenibilidad. Más bien ahora se están buscando compañías que tengan proyectos realistas. Y en fintech, lo que a mí me gusta, es que desde el primer mes siempre hemos sido positivos. Hemos tenido mayores ingresos que default. Los costos operativos van por otro lado. El core de la compañía siempre ha sido rentable”, asegura y apunta que las ventas crecen 51% mensualmente.
Robillard reconoce que aún no pagan la estructura operativa de la compañía. Asegura que eso sucederá cuando despeguen las ventas por volumen. Por lo pronto, luego de arribar a Colombia, Robilliard dice que quieren llegar a México, lo que se daría, según el CEO, en el primer trimestre del próximo año. “Tenemos la intención de crecer en los grandes mercados, no solo en Brasil, sino en Centroamérica”, remata.
Una de las principales lecciones que aprendió Christophe Robilliard durante su paso por las aplicaciones de movilidad Easy Taxi (en la que aceptó una gerencia a sus 23 años) y Cabify (que absorbió a Easy Taxi en 2019 y en donde el ejecutivo tuvo el cargo de gerente regional) fue que el ciclo financiero de la mayoría de los latinoamericanos es semanal. Esto, según el emprendedor, es más marcado entre los trabajadores informales.
Dicha experiencia se convirtió en el punto de partida para el diseño del modelo de negocio de Kashin, la fintech de nanocréditos (de US$12 a US$200) que el ingeniero industrial fundó en Perú en septiembre de 2020 con el ingeniero de sistemas peruano José Manuel Palacios. Este último, que hoy se desempeña como chief technology officer (CTO) de Kashin, también fue un alto directivo en apps de movilidad (ocupó los cargos de gerente regional de producto de Easy Taxi y gerente gerente de software y de data regional de Cabify).
En efecto, fue a partir de esa premisa que decidieron emprender en el mundo fintech. Aquello ocurrió cuando dejaron Cabify, luego de que esta aplicación se desprendiera de la unidad de desarrollo de nuevos negocios en la que trabajaban entonces ambos, explicó Robilliard, quien hoy es el CEO de Kashin.
La apuesta fue gradual. Se les presentó la oportunidad de desarrollar juntos una billetera electrónica para una empresa cuyas ventas estaban dirigidas al sector masivo. La tomaron con la intención de sumergirse en el rubro.
“Nos gustó la idea y le ayudamos al gerente general a lanzar el proyecto, sabiendo que nosotros queríamos lanzar nuestra propia compañía, que estábamos aprendiendo de fintech y era una gran oportunidad para hacerlo”, cuenta a Forbes Robilliard.
“Hay muy pocas [personas] en nuestra región que pueden gestionar finanzas de manera mensual. Por ejemplo, si un taxista descansa un domingo, es porque el sábado alcanzó su objetivo semanal. Sino tiene que seguir trabajando el domingo. El tipo de crédito que necesitan son créditos de liquidez inmediata que puedan repagar rápido“Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Fue en ese curso de entendimiento que los ejecutivos definieron el segmento al que apuntaban atender: población subancarizada que no puede acceder a préstamos por no tener historial en el sistema financiero. De hecho, luego ajustaron el target aun más y se inspiraron en David Vélez, cofundador del unicornio Nubank, quien ha descartado que su empresa vaya a atender y desarrollar productos para personas de más de 50 años.
Así, la clientela de Kashin tiene entre 21 y 35 años. En su mayoría son microempresarios. “Si no tiene un smartphone ni una cuenta de correo y no usa whatsapp, no es nuestro cliente”, sentencia Robilliard al tiempo que refuerza que la fintech solo opera en línea. Con ello, el CEO quiere decir que su clientela tampoco piensa ni desea ir a un banco.
“Nosotros nacimos remotos y seguiremos siendo remotos porque es parte de nuestros valores“, enfatiza. Cabe indicar que el equipo de Kashin hoy cuenta con 50 personas. Hace un año eran cinco.
Poco más de un año después de haber iniciado operaciones, Kashin cuenta con más de 50.000 descargas, 30.000 cuentas registradas y unos 10.000 créditos otorgados por más de US$1.000.000.
“La bancarizacón ya no es un problema en Latinoamérica. Ya el problema no es conseguir que alguien tenga una cuenta bancaria. Las cuentas bancarias las abres con cualquier app de cualquier aplicación de cualquier banco. El problema es que no accedes a productos financieros, como préstamos, como tarjeta de crédito, porque al ser informal no tienes ingresos probados en el sistema“Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Quizá lo más llamativo de esta app de nanocréditos es su pilar tecnológico.
“Creamos un algoritmo crediticio colaborativo, donde los usuarios incrementan su línea de crédito y disminuyen su tasa de interés según su comportamiento y el de su red de K-Amigos”, explica Robilliard sobre el sistema de garantías escogido para evaluar a sus clientes y, así, salvaguardar la salud financiera del negocio.
Se trata de “una pequeña red social crediticia” que el usuario crea en la aplicación y permite invitar a los contactos del celular a ser parte de ella. Según el pasado crediticio de la red, Kashin filtra los usuarios y los clasifica por niveles para ajustar su tasa de interés.
“Nos dimos cuenta que el problema real en esta industria era controlar el default rate a la ahora de dar un préstamo a alguien que es informal”.Christopher Robilliard, fundador y CEO de Kashin.
Con una morosidad de 8% (15% es la promedio del segmento microcréditos en la banca tradicional, apunta Robilliard), la fintech apalanca su capacidad para atraer nuevos clientes a través del boca a boca y canales de adquisición virtuales, como Google Ads y Facebook.
Le puede interesar: Cómo estos jóvenes empresarios peruanos han afrontado la incertidumbre este último año
“Más de la mitad de nuestros usuarios llegan referidos de amigos. A pesar de que no damos ningún cupón de descuento o de dinero por que traigan amigos, solo [llegan] por el incentivo que tiene el usuario para incrementar su nivel [crediticio en la app]”, indica el CEO. De hecho, revela que por mes están creciendo 51% en nuevos usuarios.
¿Y para qué piden nanocréditos los clientes de Kashin? Según Robilliard, la mayoría son solicitados para capital de trabajo. En pocas palabras, para mantenerse laboralmente activos; para sostener su productividad.
A Y Combinator, una de las más importantes aceleradoras de startups del mundo, decidieron postular en abril pasado. Fueron elegidos y, dos semanas después, comenzaron el programa de aceleración. “Lo hicimos porque queríamos tener una visión más global”, sostiene Robilliard.
De hecho, la startup proyecta en septiembre levantar una ronda de inversión de más de US$3 millones, que el CEO explica es lo que actualmente tienen comprometidos.
Le puede interesar: Latinoamérica: una nueva era para las startups y el talento
Hasta ahora Kashin ha estado respaldada por lo que Robilliard denomina un “sindicato de inversionistas”. Este está integrado por: Newtopia VC, Unpopular Ventures, First Check Ventures, Funfair Ventures, MrPink VC, 99Startups, Winnipeg Capital y Kleiner Perkins Scouting Program. Robillard se siente particularmente orgulloso del primero, que fue el que lo apoyó en un inicio. También del último, que tiene inversiones en marcas globales, como Spotify y Slack.
El emprendedor explica que buscan la ronda para desarrollar más productos y llegar más rápido a nuevas geografías. Entre las nuevas soluciones anticipa que proyectan lanzar en el mercado peruano un POS (del inglés point of sales) digital. Además, una oportunidad de negocio que ve el CEO para su startup son los avales para obtener una linea postpago.”Queremos ir mucho más allá de los productos tradicionales”, comenta.
En materia de expansión, la empresa busca llegar a Colombia este año. De hecho, 10% del equipo de Kashin ya está entre Bogotá y Medellín.
“No entramos aún a Colombia por un tema de foco. Estamos concentrados en lanzar este segundo producto [el POS digital] y en tenerlo totalmente operativo. A la par, hay que cumplir con la regulación colombiana”, indica, sobre la necesidad de registrar la fintech ante el regulador colombiano, una licencia que ya poseen en Perú.
En un par de meses, la firma también planea levantar más fondo de deuda para incrementar los desembolsos. A la fecha, los nanocréditos desembolsados han sido apalancados con la mitad de un fondo total de US$200.000.
Publicidad
“El capital de deuda está siendo bastante más fácil de conseguir que el equity”, señala, consciente de que la ola de gran liquidez para la startups comienza a agotarse en el mundo.
“Se está dejando de confiar un poco en compañías muy ‘sexis’ y que tienen el hiper growth como prioridad en vez de la sostenibilidad. Más bien ahora se están buscando compañías que tengan proyectos realistas. Y en fintech, lo que a mí me gusta, es que desde el primer mes siempre hemos sido positivos. Hemos tenido mayores ingresos que default. Los costos operativos van por otro lado. El core de la compañía siempre ha sido rentable”, asegura y apunta que las ventas crecen 51% mensualmente.
Robillard reconoce que aún no pagan la estructura operativa de la compañía. Asegura que eso sucederá cuando despeguen las ventas por volumen. Por lo pronto, luego de arribar a Colombia, Robilliard dice que quieren llegar a México, lo que se daría, según el CEO, en el primer trimestre del próximo año. “Tenemos la intención de crecer en los grandes mercados, no solo en Brasil, sino en Centroamérica”, remata.