Ya han levantado US$ 800 mil -con Alaya Capital y 500 startups- y desde Santiago planean su expansión a toda Latinoamérica.
Desde los 6 años Luis Chau (38), peruano con ascendencia asiática, ha estado inserto en el rubro de la hotelería y los viajes. Su familia tenía negocios en esta industria, uno de ellos la agencia de turismo Panda.
Eso le hizo aprender cómo funcionan los sistemas de pagos y garantías en los hoteles, viajar por el mundo y, a partir de los los 16 años, autodefinirse como “nómade”: Chau ha recorrido más de 115 países. “Nunca estoy más de dos semanas en un lugar”, relata por Zoom desde la pieza de su sobrino en Nueva York, rodeado de juguetes.
Después de estudiar hotelería en Perú e irse becado a Cornell University, en Nueva York, volvió a su país de origen a emprender. A partir de 2010 fundó restaurantes y marcas de alimentos, entre ellos Coco Nube, de helados; Pico Gallo, de comida Tex-Mex y la chocolatería Conciencia. En 2019 decidió retirarse de los negocios y tomar un año sabático, que fue interrumpido por la pandemia. Y por un llamado de Juan José Roca Rey (33).
Su amigo de la infancia había renunciado a la banca tradicional tras 10 años en Credicorp y estaba dedicado a asesorar pymes y escribir novelas. Y tenía una idea en mente: desarrollar una startup de acceso a liquidez inmediata en Perú, donde él sería CFO y Chau CEO. Se juntaron a conversar y en febrero de 2020 empezaron las primeras reuniones del proyecto; la idea terminó convirtiéndose en Instacash.
Faltaba un CTO. Chau se acordó del ingeniero Sebastián Burgos (30), a quien había contactado hacía diez años por Facebook para hablar de emprendimientos. Burgos había desarrollado la tecnología de Cine Papaya, una empresa de venta de tickets que fue comprada por Fandango, la compañía americana de Comcast y Warner Media que se dedica a esto mismo.
Lo tantearon. Con el sí, los tres empezaron a trabajar.
En marzo de 2020, cuando empezó a llegar el Covid-19 a Latinoamérica dieron las primeros pasos en el negocio: decidieron que sería una fintech de préstamos entre personas garantizados con tarjetas de crédito, que se llamaría Instacash (dinero en efectivo instantáneo) y que se basaría en la tecnología preauth (de preautorización con las tarjetas).
Con el plan en marcha levantaron US$ 300 mil con Alaya Capital -inversionistas de Houm y Betterfly-, Winnipeg Capital, el fondo 500 startups, inversionistas ángel y un family office en Estados Unidos.
Lo más difícil fue vender la tecnología que usaban, para eso tuvieron que validarla en un caso de uso, y decidieron que la mejor forma era con préstamos entre personas.
Antes de esto habían sido acelerados por UTEC Ventures y fueron seleccionados en dos programas de Startup Chile, donde ganaron el demo day y fueron elegidos como la empresa más invertible del programa Ignite. En abril del 2021 salieron al mercado. Diez meses después, cuentan los socios, han crecido un 20% mensual y tienen un equipo de 15 personas que está basado en Chile.
Al poco andar el trío se dio cuenta de que su expertise no estaba en los créditos, pero sí en el desarrollo de una tecnología que permite preautorizaciones con garantía, es decir, dejando algo a cambio que le dé confianza al otro. Decidieron darle una vuelta al negocio. En octubre de 2021, ya con la tecnología preuth testeada en más de 8 mil clientes, salieron a venderla a empresas que sí sabían de créditos. Así nació la paytech Instacash Preauth, que hoy está cerrando una ronda de US$ 500 mil adicionales.
Chau, CEO de la firma, define la startup como un “software as a service (SAAS) de garantías, basado en pre-autorizaciones de tarjetas de crédito y otros activos, que permite a negocios o personas reservar las líneas disponibles en tarjetas como colateral”, “Preauth le da el poder a negocios y personas a realizar garantías reservando los cupos disponibles en tarjetas de crédito”, agrega. Una de las razones para seguir con este modelo fue que “en Latinoamérica hay un 65% de las líneas en tarjetas de crédito inutilizado y mediante Preauth, podemos verificar la posibilidad de uso, gestionarlo, reservarlo y convertir ese saldo disponible en una garantía cuando lo necesite”, recalca Chau.
Actualmente su tecnología solo permite preautorizaciones con tarjetas de crédito, pero ya están trabajando en que a fin de año se pueda autorizar con tarjetas de débito, y en un futuro, se pueda dejar en garantía criptomonedas, NFT o incluso una cuenta de Instagram. “Queremos que todo sea garantía de todo, hasta un podcast de Cindy Crawford del año 91”, afirma el CEO.
En mayo del 2021 Chau se vino a vivir a Chile y hoy planean aquí la expansión regional principalmente debido a la conectividad del país, acceso a capital y el ecososistema de startups nacional. Ya han tenido conversaciones con los principales bancos de Perú, Colombia y México, mientras que aquí lo han hecho con Santander, BCI y Scotiabank.
Además, están piloteando su tecnología en 30 empresas de la región, y tienen partnership con una proptech chilena y una de las automotoras más grandes del país.
“En el futuro queremos tener una comunidad hasta P2P (personas a personas) en garantías y que no solo sean créditos. Por ejemplo, poder agarrar una bicicleta de una persona en la calle y decirle, ‘con este link te puedo garantizar todos los activos que tengo por detrás, y se van a cobrar automáticamente desde ahí’. Queremos generar un mecanismo de confianza automático y rápido y borrar de la cabeza la palabra dudas en cualquier operación o transacción que exista”, destaca Roca Rey.
“Queremos ser el Mercado Pago de garantías, vamos a poder visualizar todas las garantías que uno transacciona través de Preauth”, afirman los socios.
Para 2022 esperan operar en 50 compañías de la región y estar presentes al menos en cinco industrias: hotelería, arrendamiento, servicios con pagos diferidos, restaurantes y entretenimiento.
En el caso de esta última, por ejemplo, “si una empresa quiere traer a un cantante, pero quiere primero ver si hay demanda, se hace una preautorización, y si llegan la cantidad suficiente de interesados después se confirma el concierto y se descuenta de la tarjeta.
Bajo esa dinámica todo el mercado está asegurado con nuestra tecnología, Es un mecanismo de transparencia y competencia inserto en cualquier transacción que hagamos en el mundo digital”, comenta Chau.
Con la experiencia de Chau en la industria de los hoteles -una de las que más usa los métodos de preautorización, ya que necesita las tarjetas de crédito para el check in y lo descuenta en el check out-, la expertise de Burgos, quien empezó a programar páginas web a los 11 años para ayudar a su hermana grande en una tarea del colegio, y la visión de negocios de Roca Rey, un practicante de Credicorp que terminó quedándose más de 10 años, hoy buscan llegar desde Chile, a Colombia, Perú y Mexico con Instacash Preauth. Habrá que ver.
Ya han levantado US$ 800 mil -con Alaya Capital y 500 startups- y desde Santiago planean su expansión a toda Latinoamérica.
Desde los 6 años Luis Chau (38), peruano con ascendencia asiática, ha estado inserto en el rubro de la hotelería y los viajes. Su familia tenía negocios en esta industria, uno de ellos la agencia de turismo Panda.
Eso le hizo aprender cómo funcionan los sistemas de pagos y garantías en los hoteles, viajar por el mundo y, a partir de los los 16 años, autodefinirse como “nómade”: Chau ha recorrido más de 115 países. “Nunca estoy más de dos semanas en un lugar”, relata por Zoom desde la pieza de su sobrino en Nueva York, rodeado de juguetes.
Después de estudiar hotelería en Perú e irse becado a Cornell University, en Nueva York, volvió a su país de origen a emprender. A partir de 2010 fundó restaurantes y marcas de alimentos, entre ellos Coco Nube, de helados; Pico Gallo, de comida Tex-Mex y la chocolatería Conciencia. En 2019 decidió retirarse de los negocios y tomar un año sabático, que fue interrumpido por la pandemia. Y por un llamado de Juan José Roca Rey (33).
Su amigo de la infancia había renunciado a la banca tradicional tras 10 años en Credicorp y estaba dedicado a asesorar pymes y escribir novelas. Y tenía una idea en mente: desarrollar una startup de acceso a liquidez inmediata en Perú, donde él sería CFO y Chau CEO. Se juntaron a conversar y en febrero de 2020 empezaron las primeras reuniones del proyecto; la idea terminó convirtiéndose en Instacash.
Faltaba un CTO. Chau se acordó del ingeniero Sebastián Burgos (30), a quien había contactado hacía diez años por Facebook para hablar de emprendimientos. Burgos había desarrollado la tecnología de Cine Papaya, una empresa de venta de tickets que fue comprada por Fandango, la compañía americana de Comcast y Warner Media que se dedica a esto mismo.
Lo tantearon. Con el sí, los tres empezaron a trabajar.
En marzo de 2020, cuando empezó a llegar el Covid-19 a Latinoamérica dieron las primeros pasos en el negocio: decidieron que sería una fintech de préstamos entre personas garantizados con tarjetas de crédito, que se llamaría Instacash (dinero en efectivo instantáneo) y que se basaría en la tecnología preauth (de preautorización con las tarjetas).
Con el plan en marcha levantaron US$ 300 mil con Alaya Capital -inversionistas de Houm y Betterfly-, Winnipeg Capital, el fondo 500 startups, inversionistas ángel y un family office en Estados Unidos.
Lo más difícil fue vender la tecnología que usaban, para eso tuvieron que validarla en un caso de uso, y decidieron que la mejor forma era con préstamos entre personas.
Antes de esto habían sido acelerados por UTEC Ventures y fueron seleccionados en dos programas de Startup Chile, donde ganaron el demo day y fueron elegidos como la empresa más invertible del programa Ignite. En abril del 2021 salieron al mercado. Diez meses después, cuentan los socios, han crecido un 20% mensual y tienen un equipo de 15 personas que está basado en Chile.
Al poco andar el trío se dio cuenta de que su expertise no estaba en los créditos, pero sí en el desarrollo de una tecnología que permite preautorizaciones con garantía, es decir, dejando algo a cambio que le dé confianza al otro. Decidieron darle una vuelta al negocio. En octubre de 2021, ya con la tecnología preuth testeada en más de 8 mil clientes, salieron a venderla a empresas que sí sabían de créditos. Así nació la paytech Instacash Preauth, que hoy está cerrando una ronda de US$ 500 mil adicionales.
Chau, CEO de la firma, define la startup como un “software as a service (SAAS) de garantías, basado en pre-autorizaciones de tarjetas de crédito y otros activos, que permite a negocios o personas reservar las líneas disponibles en tarjetas como colateral”, “Preauth le da el poder a negocios y personas a realizar garantías reservando los cupos disponibles en tarjetas de crédito”, agrega. Una de las razones para seguir con este modelo fue que “en Latinoamérica hay un 65% de las líneas en tarjetas de crédito inutilizado y mediante Preauth, podemos verificar la posibilidad de uso, gestionarlo, reservarlo y convertir ese saldo disponible en una garantía cuando lo necesite”, recalca Chau.
Actualmente su tecnología solo permite preautorizaciones con tarjetas de crédito, pero ya están trabajando en que a fin de año se pueda autorizar con tarjetas de débito, y en un futuro, se pueda dejar en garantía criptomonedas, NFT o incluso una cuenta de Instagram. “Queremos que todo sea garantía de todo, hasta un podcast de Cindy Crawford del año 91”, afirma el CEO.
En mayo del 2021 Chau se vino a vivir a Chile y hoy planean aquí la expansión regional principalmente debido a la conectividad del país, acceso a capital y el ecososistema de startups nacional. Ya han tenido conversaciones con los principales bancos de Perú, Colombia y México, mientras que aquí lo han hecho con Santander, BCI y Scotiabank.
Además, están piloteando su tecnología en 30 empresas de la región, y tienen partnership con una proptech chilena y una de las automotoras más grandes del país.
“En el futuro queremos tener una comunidad hasta P2P (personas a personas) en garantías y que no solo sean créditos. Por ejemplo, poder agarrar una bicicleta de una persona en la calle y decirle, ‘con este link te puedo garantizar todos los activos que tengo por detrás, y se van a cobrar automáticamente desde ahí’. Queremos generar un mecanismo de confianza automático y rápido y borrar de la cabeza la palabra dudas en cualquier operación o transacción que exista”, destaca Roca Rey.
“Queremos ser el Mercado Pago de garantías, vamos a poder visualizar todas las garantías que uno transacciona través de Preauth”, afirman los socios.
Para 2022 esperan operar en 50 compañías de la región y estar presentes al menos en cinco industrias: hotelería, arrendamiento, servicios con pagos diferidos, restaurantes y entretenimiento.
En el caso de esta última, por ejemplo, “si una empresa quiere traer a un cantante, pero quiere primero ver si hay demanda, se hace una preautorización, y si llegan la cantidad suficiente de interesados después se confirma el concierto y se descuenta de la tarjeta.
Bajo esa dinámica todo el mercado está asegurado con nuestra tecnología, Es un mecanismo de transparencia y competencia inserto en cualquier transacción que hagamos en el mundo digital”, comenta Chau.
Con la experiencia de Chau en la industria de los hoteles -una de las que más usa los métodos de preautorización, ya que necesita las tarjetas de crédito para el check in y lo descuenta en el check out-, la expertise de Burgos, quien empezó a programar páginas web a los 11 años para ayudar a su hermana grande en una tarea del colegio, y la visión de negocios de Roca Rey, un practicante de Credicorp que terminó quedándose más de 10 años, hoy buscan llegar desde Chile, a Colombia, Perú y Mexico con Instacash Preauth. Habrá que ver.