Cuando Cipriano Echavarría salió de Medellín a estudiar economía en la Universidad Duke, se propuso que quería regresar a emprender en Latinoamérica. En su escritorio de Morgan Stanley en Nueva York, a donde entró a cubrir fondos de inversión, vio una placa con el nombre de alguien que antes se había sentado en ese escritorio: el colombiano David Vélez, fundador y CEO de Nubank.
A esa placa le tomó una foto y se la hizo llegar a David, a quién buscó en redes sociales para contarle de la coincidencia. David, que para la época estaba lanzando Nubank en Colombia, lo invitó a que hiciera parte del equipo de estrategia y desarrollo de negocios. Así Cipriano encontró una excusa para volver al país, pero le quedaba algo pendiente: emprender.
“Desde que me vine a Colombia sabía que mi objetivo era apoyar el crecimiento de producto en el país para obtener las habilidades tanto de negocio como de mercado para emprender”, dice Echavarría, de 25 años, en una entrevista con Forbes.
Desde hace más de un año, le estaba haciendo ruido la fricción de pagos bancarios de persona a negocio que existe en Colombia. “Vi que aquí hay una oportunidad grande, me dediqué a entender más afondo el problema”, apunta.
Palomma, el nuevo método de pago que está próximo a lanzar, era apenas una idea cuando aplicó a Y Combinator. YC, como se le conoce popularmente a la aceleradora, ha sido motor de despegue para compañías como Stripe, Airbnb, Rappi, Frubana y Platzi. En su nuevo trato, inyecta US$500.000 en las compañías. De ahí, US$125.000 corresponden al 7% de la empresa y otros US$375.000 son una inversión que a futuro pueden convertirse en acciones si a la startup le va bien. Ahora, con producto desarrollado, sale del ‘modo oculto’ para entrar al mercado.
“Apliqué a YC porque soy fundador por primera vez”, sostiene Cipriano. “Hablando con gente que ha pasado por ahí me dijeron que para ellos la experiencia fue valiosa porque tienen un patrón de reconocimiento para quienes son fundadores por primera vez”. En esta etapa temprana los respaldan también Latitud y Nido Ventures.
Fue así como terminó convocando a dos egresados de MIT como sus cofundadores: Felipe Monsalve, de 24 años y de Medellín y Nicolás Gómez, de 24 años y de México.
“Queremos simplificar la manera como se paga a negocios en línea”, anota Cipriano, cofundador de Palomma. “Tenemos conexiones directas a los bancos, consolidando la información, dejando las cuentas vinculadas”.
En un demo del producto al que tuvo acceso Forbes, se pudo observar un pago casi que inmediato, que evita los formularios y tokens por los que se tienen que pasar cuando se usan otros métodos de pago, como el botón PSE de ACH.
Aunque Colombia está trabajando en un sistema de pagos inmediatos, como el que desarrolló Brasil con Pix, en Palomma consideran que no es algo que vaya a matar su producto.
“Esto sería un complemento para el sistema de pagos inmediatos, que será un riel que va a modernizar las transferencias interbancarias en Colombia”, alega el líder de Palomma. “Estamos construyendo un producto muy enfocado en el usuario”.
Colombia conocerá en las primeras semanas de abril el método de pago de Palomma, que ve oportunidad de expandirse a más países de Latinoamérica. Entre sus primeros clientes están la plataforma financiera Trii, que permite invertir en la Bolsa de Valores de Colombia, la fintech Plenti y la plataforma de comercio electrónico Enjoy Sportswear, además de una tienda minorista que aún no pueden mencionar.
“Vengo de una cultura de Nubank de crecimiento sostenible, por eso desde el comienzo tendremos unit economics positivos”, concreta Echavarría, al referirse al invierno de startups que ha traído nuevas reglas de juego para compañías de base tecnológica. “Queremos levantar capital para contratar un equipo estelar, pero el objetivo es seguir súper enfocados en desarrollo del producto y comercializarlo lo más que se pueda. El 2023 queremos cerrarlo con 2.000 comercios y 500.000 usuarios”.
En el modelo de negocio, Palomma ganará comisión por cada transacción y sus clientes son los comercios.
Cuando Cipriano Echavarría salió de Medellín a estudiar economía en la Universidad Duke, se propuso que quería regresar a emprender en Latinoamérica. En su escritorio de Morgan Stanley en Nueva York, a donde entró a cubrir fondos de inversión, vio una placa con el nombre de alguien que antes se había sentado en ese escritorio: el colombiano David Vélez, fundador y CEO de Nubank.
A esa placa le tomó una foto y se la hizo llegar a David, a quién buscó en redes sociales para contarle de la coincidencia. David, que para la época estaba lanzando Nubank en Colombia, lo invitó a que hiciera parte del equipo de estrategia y desarrollo de negocios. Así Cipriano encontró una excusa para volver al país, pero le quedaba algo pendiente: emprender.
“Desde que me vine a Colombia sabía que mi objetivo era apoyar el crecimiento de producto en el país para obtener las habilidades tanto de negocio como de mercado para emprender”, dice Echavarría, de 25 años, en una entrevista con Forbes.
Desde hace más de un año, le estaba haciendo ruido la fricción de pagos bancarios de persona a negocio que existe en Colombia. “Vi que aquí hay una oportunidad grande, me dediqué a entender más afondo el problema”, apunta.
Palomma, el nuevo método de pago que está próximo a lanzar, era apenas una idea cuando aplicó a Y Combinator. YC, como se le conoce popularmente a la aceleradora, ha sido motor de despegue para compañías como Stripe, Airbnb, Rappi, Frubana y Platzi. En su nuevo trato, inyecta US$500.000 en las compañías. De ahí, US$125.000 corresponden al 7% de la empresa y otros US$375.000 son una inversión que a futuro pueden convertirse en acciones si a la startup le va bien. Ahora, con producto desarrollado, sale del ‘modo oculto’ para entrar al mercado.
“Apliqué a YC porque soy fundador por primera vez”, sostiene Cipriano. “Hablando con gente que ha pasado por ahí me dijeron que para ellos la experiencia fue valiosa porque tienen un patrón de reconocimiento para quienes son fundadores por primera vez”. En esta etapa temprana los respaldan también Latitud y Nido Ventures.
Fue así como terminó convocando a dos egresados de MIT como sus cofundadores: Felipe Monsalve, de 24 años y de Medellín y Nicolás Gómez, de 24 años y de México.
“Queremos simplificar la manera como se paga a negocios en línea”, anota Cipriano, cofundador de Palomma. “Tenemos conexiones directas a los bancos, consolidando la información, dejando las cuentas vinculadas”.
En un demo del producto al que tuvo acceso Forbes, se pudo observar un pago casi que inmediato, que evita los formularios y tokens por los que se tienen que pasar cuando se usan otros métodos de pago, como el botón PSE de ACH.
Aunque Colombia está trabajando en un sistema de pagos inmediatos, como el que desarrolló Brasil con Pix, en Palomma consideran que no es algo que vaya a matar su producto.
“Esto sería un complemento para el sistema de pagos inmediatos, que será un riel que va a modernizar las transferencias interbancarias en Colombia”, alega el líder de Palomma. “Estamos construyendo un producto muy enfocado en el usuario”.
Colombia conocerá en las primeras semanas de abril el método de pago de Palomma, que ve oportunidad de expandirse a más países de Latinoamérica. Entre sus primeros clientes están la plataforma financiera Trii, que permite invertir en la Bolsa de Valores de Colombia, la fintech Plenti y la plataforma de comercio electrónico Enjoy Sportswear, además de una tienda minorista que aún no pueden mencionar.
“Vengo de una cultura de Nubank de crecimiento sostenible, por eso desde el comienzo tendremos unit economics positivos”, concreta Echavarría, al referirse al invierno de startups que ha traído nuevas reglas de juego para compañías de base tecnológica. “Queremos levantar capital para contratar un equipo estelar, pero el objetivo es seguir súper enfocados en desarrollo del producto y comercializarlo lo más que se pueda. El 2023 queremos cerrarlo con 2.000 comercios y 500.000 usuarios”.
En el modelo de negocio, Palomma ganará comisión por cada transacción y sus clientes son los comercios.