Contxto – Los migrantes que también están cumpliendo con el autoaislamiento ahora tienen que encontrar formas de enviar remesas a sus familias en casa. Es ahí donde las fintechs entran a escena y vaya que han estado ocupadas.
La chilena Global66 informa que el número de transferencias que manejó en abril fue el doble que en febrero. Claramente el coronavirus tuvo mucho que ver. Pero independientemente, este aumento en la demanda no la disuadió de lanzar en México este mes.
Estos repuntes en lo servicios de Global66 sugieren que la forma en que se perciben y operan las plataformas de remesas también tendrán una mayor adopción. Ángel Sierra, director ejecutivo de la Asociación FinteChile, opina lo mismo.
“Van a nacer más fintech dedicadas a remesas y las que ya existen van a profundizar sus operaciones”, predijo Sierra
Por otro lado, las fintechs se encuentran frente a una oportundiad única.
“Lo que nosotros estamos viendo son dos cosas”, explicó Nicolás Jaramillo, CEO de Global66. “Lo primero es que se va a mantener la tendencia porque la gente todavía va a estar reacia a ir a lugares con más gente. Por otro lado, hemos visto que a la gente le ha gustado nuestra plataforma”.
Las fintechs y otras startups en la educación y salud verdaderamente se encuentran en un punto crítico en su proceso de crecimiento. Nunca antes las circunstancias fueron tan favorables para atraer nuevos usuarios.
El desafío es retenerlos. Puntos extra para las que ofrecen una experiencia tan buena que los mismos usuarios recomiendan sus productos. Esa es la mejor publicidad y también la más barata.
En esta época de incertidumbre, las plataformas de remesas pueden agregarle a las transferencias internacionales una capa de transparencia muy necesaria.
Generalmente, los migrantes recurren a empresas de ladrillo y mortero que (consciente o inconscientemente) no son sinceras acerca de la cantidad exacta que recibirán sus seres queridos. Eso se debe a que una parte del dinero transferido se pierde en tarifas excesivas o en procesos extra.
Aunque, con este tipo de servicios, un desafío importante es educar a los usuarios sobre cómo administrar su dinero de forma segura. Más aún en los casos en que los migrantes provienen de contextos con un nivel socioeconómico inferior.
Contxto – Los migrantes que también están cumpliendo con el autoaislamiento ahora tienen que encontrar formas de enviar remesas a sus familias en casa. Es ahí donde las fintechs entran a escena y vaya que han estado ocupadas.
La chilena Global66 informa que el número de transferencias que manejó en abril fue el doble que en febrero. Claramente el coronavirus tuvo mucho que ver. Pero independientemente, este aumento en la demanda no la disuadió de lanzar en México este mes.
Estos repuntes en lo servicios de Global66 sugieren que la forma en que se perciben y operan las plataformas de remesas también tendrán una mayor adopción. Ángel Sierra, director ejecutivo de la Asociación FinteChile, opina lo mismo.
“Van a nacer más fintech dedicadas a remesas y las que ya existen van a profundizar sus operaciones”, predijo Sierra
Por otro lado, las fintechs se encuentran frente a una oportundiad única.
“Lo que nosotros estamos viendo son dos cosas”, explicó Nicolás Jaramillo, CEO de Global66. “Lo primero es que se va a mantener la tendencia porque la gente todavía va a estar reacia a ir a lugares con más gente. Por otro lado, hemos visto que a la gente le ha gustado nuestra plataforma”.
Las fintechs y otras startups en la educación y salud verdaderamente se encuentran en un punto crítico en su proceso de crecimiento. Nunca antes las circunstancias fueron tan favorables para atraer nuevos usuarios.
El desafío es retenerlos. Puntos extra para las que ofrecen una experiencia tan buena que los mismos usuarios recomiendan sus productos. Esa es la mejor publicidad y también la más barata.
En esta época de incertidumbre, las plataformas de remesas pueden agregarle a las transferencias internacionales una capa de transparencia muy necesaria.
Generalmente, los migrantes recurren a empresas de ladrillo y mortero que (consciente o inconscientemente) no son sinceras acerca de la cantidad exacta que recibirán sus seres queridos. Eso se debe a que una parte del dinero transferido se pierde en tarifas excesivas o en procesos extra.
Aunque, con este tipo de servicios, un desafío importante es educar a los usuarios sobre cómo administrar su dinero de forma segura. Más aún en los casos en que los migrantes provienen de contextos con un nivel socioeconómico inferior.