Como una estrategia para llegar a nuevos públicos, el Banco de Guayaquil prepara el lanzamiento de una serie de productos digitales como microcréditos y seguros, a través de su portaaviones digital, la billetera electrónica PeiGO.
La institución financiera, la segunda más grande en Ecuador por su nivel de utilidades, reconoce que sigue con atención los aprendizajes de sus pares de otros países, como el BCP de Perú con Yape o Davivienda con Daviplata y Bancolombia con Nequi; en momentos en que crece el número de spin-off digitales de los bancos con el objetivo de alcanzar a nuevos segmentos con propuestas más flexibles.
“Comenzaremos con la concesión de créditos muy pequeños, lo que llamamos nosotros ‘nanocréditos’. Empezaremos a dar desde US$ 25 o US$ 50 al cliente”, enumera Rodrigo Andrade, CEO de PeiGO, en entrevista con iupana.
El ejecutivo explica que el Guayaquil ya tiene un esquema de microcréditos a partir de los US$ 300 a US$ 50O. “Nosotros queremos ir a un segmento más bajito y de ahí vendrán una serie de otros productos, como seguros, pagos de servicios y demás, que nos empezarán a generar rentabilidad”, añade.
PeiGO inició operaciones en agosto del año pasado, ofreciendo la apertura de una cuenta digital con tarjeta prepago, y en diciembre empezaron a emitir plásticos de débito. Con esta propuesta alcanzaron 200.000 usuarios hasta ahora y apuntan a los 500.000 al finalizar el año. “Llevamos ya 50.000 tarjetas de débito Visa emitidas. Hoy somos el emisor más grande, en poco tiempo, de tarjetas prepago”, agrega el CEO, adelantando que tienen el plan de emitir tarjetas de crédito en 2024.
Andrade explica que mientras persiguen los lanzamientos de productos con mayor rendimiento, el uso de las tarjetas prepago y débito generará unos US$ 10 millones en ingresos por concepto de comisiones entre agosto de 2022 a diciembre de este año.
“Tenemos un plan hasta 2029 para ir desarrollando capacidades y nuevos productos”, revela.
Las instituciones financieras de la región, tanto fintechs como bancos, han acelerado su lanzamiento reciente de créditos digitales, como una vía de generar rendimientos, mientras las tasas de interés promedio de la región crecen.
No obstante, este impulso en la originación a través de medios virtuales requiere de modelos de riesgo ajustados para mantener a raya las tasas de mora. El CEO se mostró optimista sobre el desempeño del portafolio que están analizando y destaca que Ecuador es uno de los pocos países de la región que está dolarizado, lo que le aporta cierta estabilidad al mercado del crédito.
“Lo interesante de Ecuador es que tiene una economía dolarizada, con alto componente de exportación y depende poco, o está poco atada, a movimientos de fluctuaciones internacionales”, dice el CEO.
No obstante, la brecha de acceso al financiamiento en Ecuador es mayor comparada con otros países de región. Sólo el 23% de los adultos pide prestado a las instituciones financieras formales, por debajo del promedio de América Latina y el Caribe de 31%, según el estudio Findex 2021 del Banco Mundial.
Andrade, resalta que el Banco de Guayaquil ha utilizado con mayor fuerza la data alternativa para generar perfiles de crédito para personas que no tienen historiales convencionales; aunque reconoce que este tipo de información funciona para productos básicos, como préstamos cortos.
“Pensamos usarla para productos sencillos. Ya hemos corrido algunos modelos y simulaciones con data alternativa y nos da ratios de probabilidad de mora dentro de lo que esperamos”, adelanta.
Perú y Colombia como ejemplos
Las propuestas como PeiGO suponen para los bancos un primer peldaño para construir ecosistemas completos de productos digitales, empezando con servicios gratuitos para los usuarios finales, como pagos, a lo que luego se les suman otras funcionalidades más rentables, como préstamos o inversiones. También han demostrado ser vías efectivas para la captación de nuevos clientes y como herramientas de inclusión financiera.
En Perú, por ejemplo, en marzo Yape contaba con 12 millones de usuarios y casi 2,5 millones de comercios adheridos a su aplicación. Y en Colombia, Nequi crece a un ritmo de 400.000 usuarios cada mes, según lo dicho por su CEO en agosto.
“Hay dos ejemplos importantes para nosotros que es Perú, con Yape, y Colombia, con Daviplata y Nequi. Vemos estos dos casos en países muy similares en composición sociodemográfica con el Ecuador”, dice Andrade.
“Cuando arrancamos este proyecto muchas personas decían: ‘los ecuatorianos de segmento medio-bajo no usan el teléfono y no van a entender nunca esto’. Mi respuesta fue: ¿Por qué en Colombia y Perú sí se ha hecho?”.
Un 64% de adultos ecuatorianos tenía al menos una cuenta de ahorros en 2021, según el Banco Mundial. De hecho, Andrade asegura que el 80% de los usuarios de PeiGO tienen su primera cuenta en un banco.
“Todavía hay un espacio importante de bancarización y pensamos que con un modelo 100% digital, sin el costo de la banca tradicional y todo el overhead que esto significa, es posible rentabilizar a este grupo”, asegura el CEO.
Como una estrategia para llegar a nuevos públicos, el Banco de Guayaquil prepara el lanzamiento de una serie de productos digitales como microcréditos y seguros, a través de su portaaviones digital, la billetera electrónica PeiGO.
La institución financiera, la segunda más grande en Ecuador por su nivel de utilidades, reconoce que sigue con atención los aprendizajes de sus pares de otros países, como el BCP de Perú con Yape o Davivienda con Daviplata y Bancolombia con Nequi; en momentos en que crece el número de spin-off digitales de los bancos con el objetivo de alcanzar a nuevos segmentos con propuestas más flexibles.
“Comenzaremos con la concesión de créditos muy pequeños, lo que llamamos nosotros ‘nanocréditos’. Empezaremos a dar desde US$ 25 o US$ 50 al cliente”, enumera Rodrigo Andrade, CEO de PeiGO, en entrevista con iupana.
El ejecutivo explica que el Guayaquil ya tiene un esquema de microcréditos a partir de los US$ 300 a US$ 50O. “Nosotros queremos ir a un segmento más bajito y de ahí vendrán una serie de otros productos, como seguros, pagos de servicios y demás, que nos empezarán a generar rentabilidad”, añade.
PeiGO inició operaciones en agosto del año pasado, ofreciendo la apertura de una cuenta digital con tarjeta prepago, y en diciembre empezaron a emitir plásticos de débito. Con esta propuesta alcanzaron 200.000 usuarios hasta ahora y apuntan a los 500.000 al finalizar el año. “Llevamos ya 50.000 tarjetas de débito Visa emitidas. Hoy somos el emisor más grande, en poco tiempo, de tarjetas prepago”, agrega el CEO, adelantando que tienen el plan de emitir tarjetas de crédito en 2024.
Andrade explica que mientras persiguen los lanzamientos de productos con mayor rendimiento, el uso de las tarjetas prepago y débito generará unos US$ 10 millones en ingresos por concepto de comisiones entre agosto de 2022 a diciembre de este año.
“Tenemos un plan hasta 2029 para ir desarrollando capacidades y nuevos productos”, revela.
Las instituciones financieras de la región, tanto fintechs como bancos, han acelerado su lanzamiento reciente de créditos digitales, como una vía de generar rendimientos, mientras las tasas de interés promedio de la región crecen.
No obstante, este impulso en la originación a través de medios virtuales requiere de modelos de riesgo ajustados para mantener a raya las tasas de mora. El CEO se mostró optimista sobre el desempeño del portafolio que están analizando y destaca que Ecuador es uno de los pocos países de la región que está dolarizado, lo que le aporta cierta estabilidad al mercado del crédito.
“Lo interesante de Ecuador es que tiene una economía dolarizada, con alto componente de exportación y depende poco, o está poco atada, a movimientos de fluctuaciones internacionales”, dice el CEO.
No obstante, la brecha de acceso al financiamiento en Ecuador es mayor comparada con otros países de región. Sólo el 23% de los adultos pide prestado a las instituciones financieras formales, por debajo del promedio de América Latina y el Caribe de 31%, según el estudio Findex 2021 del Banco Mundial.
Andrade, resalta que el Banco de Guayaquil ha utilizado con mayor fuerza la data alternativa para generar perfiles de crédito para personas que no tienen historiales convencionales; aunque reconoce que este tipo de información funciona para productos básicos, como préstamos cortos.
“Pensamos usarla para productos sencillos. Ya hemos corrido algunos modelos y simulaciones con data alternativa y nos da ratios de probabilidad de mora dentro de lo que esperamos”, adelanta.
Perú y Colombia como ejemplos
Las propuestas como PeiGO suponen para los bancos un primer peldaño para construir ecosistemas completos de productos digitales, empezando con servicios gratuitos para los usuarios finales, como pagos, a lo que luego se les suman otras funcionalidades más rentables, como préstamos o inversiones. También han demostrado ser vías efectivas para la captación de nuevos clientes y como herramientas de inclusión financiera.
En Perú, por ejemplo, en marzo Yape contaba con 12 millones de usuarios y casi 2,5 millones de comercios adheridos a su aplicación. Y en Colombia, Nequi crece a un ritmo de 400.000 usuarios cada mes, según lo dicho por su CEO en agosto.
“Hay dos ejemplos importantes para nosotros que es Perú, con Yape, y Colombia, con Daviplata y Nequi. Vemos estos dos casos en países muy similares en composición sociodemográfica con el Ecuador”, dice Andrade.
“Cuando arrancamos este proyecto muchas personas decían: ‘los ecuatorianos de segmento medio-bajo no usan el teléfono y no van a entender nunca esto’. Mi respuesta fue: ¿Por qué en Colombia y Perú sí se ha hecho?”.
Un 64% de adultos ecuatorianos tenía al menos una cuenta de ahorros en 2021, según el Banco Mundial. De hecho, Andrade asegura que el 80% de los usuarios de PeiGO tienen su primera cuenta en un banco.
“Todavía hay un espacio importante de bancarización y pensamos que con un modelo 100% digital, sin el costo de la banca tradicional y todo el overhead que esto significa, es posible rentabilizar a este grupo”, asegura el CEO.