En 2020, el Banco Central informó que por primera vez el uso de medios de pago electrónicos superó al uso de efectivo en el país. De hecho, según el último Informe de Sistemas de Pago de la entidad, publicado este mes, el número de transacciones con pagos digitales va en aumento: considerando tarjetas de débito, crédito y prepago, además de transferencias electrónicas de fondos, el uso de pagos digitales aumentó desde 5.289 millones en marzo de 2023 a 6.296 millones en marzo de este año, con lo que, en promedio, en Chile cada persona realiza un equivalente a 315 pagos digitales en un año.
Este avance puede continuar profundizándose. Un informe de Minsait Payments de este año mostró que un 44% de los chilenos está predispuesto a incrementar el uso de métodos de pago digitales como billeteras digitales y aplicaciones móviles. Al mismo tiempo, un 73% está de acuerdo o muy de acuerdo en que pagar electrónicamente es más confiable que pagar en efectivo.
A juicio del presidente de FinteChile, José Gabriel Carrasco, este escenario se debe a varios factores. La alta penetración de internet y la bancarización, con elementos como la cuenta RUT de BancoEstado y las tarjetas de prepago, han facilitado "el acceso a servicios financieros para una amplia base de la población", sostiene e indica que, a su vez, el desarrollo económico del país ha permitido que millones de usuarios accedan a servicios de telefonía celular con conexión a internet.
"La pandemia aceleró esta tendencia, con muchos comercios migrando al e-commerce debido a las cuarentenas, lo que fomentó aún más el uso de medios de pago electrónicos" apunta.
El fenómeno, que ha ido desplazando a las transacciones en efectivo, empezó con las tarjetas de crédito, a las que se le sumaron las de débito y en el último tiempo ha explotado con las cuentas corrientes digitales, explica el académico de la Universidad de los Andes, Alejandro Reid.
"Esto demuestra, por un lado, la tendencia mundial hacia sistemas de pagos más simples y seguros y por otro, la robustez del sistema financiero chileno, tanto en seguridad como en interconexión", apunta.
Los medios de pago electrónicos simplifican las operaciones, las hacen más rápidas y con un nivel mayor de seguridad, afirma Reid, quien detalla que además otorgan la comodidad de andar incluso solo con el celular para poder pagar. "Antes era impensado salir de la casa sin la billetera. Hoy, si uno sale solo con el celular, puede operar normalmente", explica.
El desarrollo de nuevos servicios financieros digitales, la expansión del mercado para fintech y empresas de tecnología financiera, junto con la mejora en la recopilación y análisis de datos de transacciones son parte de las nuevas oportunidades que se abren a partir del desarrollo de medios de pagos electrónicos, define el gerente de negocios de lonix-Zeleri, Alejandro Lavín.
Para el mercado, se produce una mayor eficiencia y una reducción de costos operativos, indica el ejecutivo, lo que se complementa con la "conveniencia, seguridad mejorada y acceso a servicios financieros las 24/7* entregadas a los usuarios.
Para la gerente comercial de ProntoPaga, Elisa Jordan, las tendencias para seguir avanzando ya se están visualizando y una de ellas es el uso de inteligencia artificial generativa. Junto a ello, sostiene que las billeteras digitales seguirán creciendo y evolucionando, lo que genera un escenario aún más competitivo. "Hoy en día vemos que los usuarios demandan más pagos cashless, pero eso no quiere decir que el resto de los medios dejen de utilizarse", afirma.
De cara al futuro, Carrasco prevé que la digitalización de los pagos debería seguir creciendo y que para 2025 la integración de tecnologías en el ámbito de la inteligencia artificial y ciberseguridad impulsará la confianza y seguridad en ellos. "Para mantener este crecimiento sin interrupciones, es crucial que las cargas regulatorias y tributarias no desincentiven la formalización de la economía", apunta.
En tanto, para Raúl Sapunar, gerente general de Kiap, es clave "seguir aumentando la inclusión financiera, en particular hacia los pequeños comercios para lo cual se requiere cuidar los costos de las transacciones y combatir la informalidad".
En 2020, el Banco Central informó que por primera vez el uso de medios de pago electrónicos superó al uso de efectivo en el país. De hecho, según el último Informe de Sistemas de Pago de la entidad, publicado este mes, el número de transacciones con pagos digitales va en aumento: considerando tarjetas de débito, crédito y prepago, además de transferencias electrónicas de fondos, el uso de pagos digitales aumentó desde 5.289 millones en marzo de 2023 a 6.296 millones en marzo de este año, con lo que, en promedio, en Chile cada persona realiza un equivalente a 315 pagos digitales en un año.
Este avance puede continuar profundizándose. Un informe de Minsait Payments de este año mostró que un 44% de los chilenos está predispuesto a incrementar el uso de métodos de pago digitales como billeteras digitales y aplicaciones móviles. Al mismo tiempo, un 73% está de acuerdo o muy de acuerdo en que pagar electrónicamente es más confiable que pagar en efectivo.
A juicio del presidente de FinteChile, José Gabriel Carrasco, este escenario se debe a varios factores. La alta penetración de internet y la bancarización, con elementos como la cuenta RUT de BancoEstado y las tarjetas de prepago, han facilitado "el acceso a servicios financieros para una amplia base de la población", sostiene e indica que, a su vez, el desarrollo económico del país ha permitido que millones de usuarios accedan a servicios de telefonía celular con conexión a internet.
"La pandemia aceleró esta tendencia, con muchos comercios migrando al e-commerce debido a las cuarentenas, lo que fomentó aún más el uso de medios de pago electrónicos" apunta.
El fenómeno, que ha ido desplazando a las transacciones en efectivo, empezó con las tarjetas de crédito, a las que se le sumaron las de débito y en el último tiempo ha explotado con las cuentas corrientes digitales, explica el académico de la Universidad de los Andes, Alejandro Reid.
"Esto demuestra, por un lado, la tendencia mundial hacia sistemas de pagos más simples y seguros y por otro, la robustez del sistema financiero chileno, tanto en seguridad como en interconexión", apunta.
Los medios de pago electrónicos simplifican las operaciones, las hacen más rápidas y con un nivel mayor de seguridad, afirma Reid, quien detalla que además otorgan la comodidad de andar incluso solo con el celular para poder pagar. "Antes era impensado salir de la casa sin la billetera. Hoy, si uno sale solo con el celular, puede operar normalmente", explica.
El desarrollo de nuevos servicios financieros digitales, la expansión del mercado para fintech y empresas de tecnología financiera, junto con la mejora en la recopilación y análisis de datos de transacciones son parte de las nuevas oportunidades que se abren a partir del desarrollo de medios de pagos electrónicos, define el gerente de negocios de lonix-Zeleri, Alejandro Lavín.
Para el mercado, se produce una mayor eficiencia y una reducción de costos operativos, indica el ejecutivo, lo que se complementa con la "conveniencia, seguridad mejorada y acceso a servicios financieros las 24/7* entregadas a los usuarios.
Para la gerente comercial de ProntoPaga, Elisa Jordan, las tendencias para seguir avanzando ya se están visualizando y una de ellas es el uso de inteligencia artificial generativa. Junto a ello, sostiene que las billeteras digitales seguirán creciendo y evolucionando, lo que genera un escenario aún más competitivo. "Hoy en día vemos que los usuarios demandan más pagos cashless, pero eso no quiere decir que el resto de los medios dejen de utilizarse", afirma.
De cara al futuro, Carrasco prevé que la digitalización de los pagos debería seguir creciendo y que para 2025 la integración de tecnologías en el ámbito de la inteligencia artificial y ciberseguridad impulsará la confianza y seguridad en ellos. "Para mantener este crecimiento sin interrupciones, es crucial que las cargas regulatorias y tributarias no desincentiven la formalización de la economía", apunta.
En tanto, para Raúl Sapunar, gerente general de Kiap, es clave "seguir aumentando la inclusión financiera, en particular hacia los pequeños comercios para lo cual se requiere cuidar los costos de las transacciones y combatir la informalidad".