Cada día es más difícil encontrar una persona que no sepa lo que son las criptomonedas, e incluso más que no haya oído hablar sobre ellas. Pero para los que la desconozcan, se trata de una divisa alternativa digital que utiliza tecnología criptográfica para asegurar que sus transacciones sean seguras, privadas y descentralizadas de las entidades bancarias. El Bitcoin fue la primera moneda de este tipo en llegar, seguida de otras como el Litecoin, el Ethereum y el Ripple.
La reciente encuesta Statista Global Consumer Survey entrevistó a unas 1.000 personas de cada país y determinó que, en el top ten de los países donde más participantes aseguraron haber usado criptomonedas, encontramos cinco naciones latinoamericanas. En este artículo analizaremos precisamente el incremento de la presencia del universo cripto en América Latina, así como también del creciente mundo de las empresas emergentes de fintech en el continente.
Este crecimiento en la popularidad de invertir en las criptomonedas así como de las fintech tienen en común, entre otros elementos, la gran oportunidad de inversión que suponen. Por un lado, son muchos los usuarios de las criptodivisas que encuentran en esta moneda digital una forma de ganar un poco de dinero extra. Lo pueden hacer gracias a plataformas como eToro, que ayudan al usuario a hacer una inversión más informada y acorde a sus circunstancias, ofreciendo la posibilidad de empezar a invertir a partir de 200 euros.
En Latinoamérica, además, hay quien las ve una forma mucho más segura de depositar sus ahorros que la propia divisa nacional. Por otro lado, la tecnología financiera ha llegado para quedarse e invertir en ella es invertir en el futuro.
La mencionada encuesta sitúa Turquía como el país con mayor porcentaje de usuarios del mundo (un 20 % de adopción de la criptomonedas), seguido por Brasil (18 %), Colombia (18 %), Argentina (16 %), Sudáfrica (16 %), México (12 %), Chile (11 %), China (11 %), Indonesia (11 %) y España (10 %). Estos datos demuestran que América Latina es una de las regiones que están protagonizando la criptorevolución, si bien existen todavía muchas oportunidades de expansión.
¿Pero por qué son tan populares los criptoactivos entre la población latinoamericana? En primer lugar, hay que tener en cuenta que este crecimiento se encuentra dentro de un movimiento global histórico en el que cada vez dependemos más del mundo digital. En este contexto, es inevitable que sean también cada vez más las empresas que quieran apostar por tecnologías como el blockchain y ofrezcan servicios para los usuarios de Bitcoin, Ethereum o Litecoin.
Al mismo tiempo, se debe tener muy presente la situación muy particular de muchos países en América Latina, donde domina un contexto económico (así como político y social) que les hace desconfiar en los bancos centrales y la fortaleza de la moneda nacional. Es el caso de Venezuela, donde el bolívar lleva meses sufriendo una inflación histórica que ha animado a sus ciudadanos a buscar métodos de inversión y de pago diferentes con los que poder reunir unos pequeños ahorros.
De entre los países hispanohablantes, Colombia destaca en primera posición en el ranking de popularidad de las criptomonedas, y eso que la Superintendencia Financiera lleva años alertando de sus peligros. En Bogotá es cada vez más fácil encontrar un cajero donde comprar criptodivisas y también tiendas y otros establecimientos donde los aceptan como un método de pago. El Bitcoin sigue siendo la opción más popular entre los colombianos y las colombianas.
A Colombia le sigue de muy de cerca Argentina, aunque no así en cuanto a número de cajeros Bitcoin se refiere. Mientras que en las calles de Colombia podemos encontrar más de 40 puntos ATM, en Argentina por ahora solo hay una docena. No obstante, recientemente se lanzó en la república federal la primera página web del país a través de la cual se podrá comprar criptomonedas. Se trata de Inbest, que tiene por objetivo ayudar al crecimiento del sector en la región.
México y Chile también consiguieron una posición más que relevante en el informe anteriormente mencionado. Todavía son muchos los mexicanos y los chilenos que admiten desconocer de qué se tratan las criptodivisas y eso crea desconfianza. Además, muchos otros aseguran haber abandonado su uso por considerarlo muy complicado. Eso ofrece retos muy interesantes para empresas emergentes, que quizás quieran abrirse camino en el mundo de las fintech con soluciones financieras.
Pero si volvemos al caso concreto de Venezuela, este tiene unas particularidades muy concretas. En febrero de 2018, el presidente Nicolás Maduro lanzó la criptomoneda Petro, con la que pretendía ayudar a la economía nacional, que lleva mucho tiempo sumida en una grave crisis. Casi dos años después de su llegada, el Petro no parece haber resuelto nada y muchos expertos la han calificado de estafa, empezando solo por el hecho de que no es realmente una criptomoneda ya que no está descentralizada (requisito imprescindible de las criptodivisas).
Para 2020, los analistas predicen un buen momento para el Bitcoin, que podría volver a los valores de sus años de esplendor. Lógicamente, esto beneficiaría a todos los usuarios e esta criptomoneda de América Latina, especialmente cuando las economías nacionales de los países de esta región no parece que vayan a estabilizarse en los próximos meses. Los latinoamericanos parecen recibir bien los avances tecnológicos y esto tendrá un impacto positivo en el universo cripto.
En este sentido, cabe esperar una tendencia similar a la que hemos visto en los últimos meses. Brasil, Colombia, Argentina, México y Chile podrían seguir estando entre los países con más usuarios de criptomonedas del mundo y querrán aprovecharlo abriéndose todavía más camino en el sector de las fintech, o tecnología financiera, que actualmente está dominado por el Reino Unido y China. América Latina cuenta ya con unas 1.166 start-ups de este tipo (prácticamente todas en Brasil y México), lo que demuestra su interés por parte de la población y los empresarios en esta región.
Cada día es más difícil encontrar una persona que no sepa lo que son las criptomonedas, e incluso más que no haya oído hablar sobre ellas. Pero para los que la desconozcan, se trata de una divisa alternativa digital que utiliza tecnología criptográfica para asegurar que sus transacciones sean seguras, privadas y descentralizadas de las entidades bancarias. El Bitcoin fue la primera moneda de este tipo en llegar, seguida de otras como el Litecoin, el Ethereum y el Ripple.
La reciente encuesta Statista Global Consumer Survey entrevistó a unas 1.000 personas de cada país y determinó que, en el top ten de los países donde más participantes aseguraron haber usado criptomonedas, encontramos cinco naciones latinoamericanas. En este artículo analizaremos precisamente el incremento de la presencia del universo cripto en América Latina, así como también del creciente mundo de las empresas emergentes de fintech en el continente.
Este crecimiento en la popularidad de invertir en las criptomonedas así como de las fintech tienen en común, entre otros elementos, la gran oportunidad de inversión que suponen. Por un lado, son muchos los usuarios de las criptodivisas que encuentran en esta moneda digital una forma de ganar un poco de dinero extra. Lo pueden hacer gracias a plataformas como eToro, que ayudan al usuario a hacer una inversión más informada y acorde a sus circunstancias, ofreciendo la posibilidad de empezar a invertir a partir de 200 euros.
En Latinoamérica, además, hay quien las ve una forma mucho más segura de depositar sus ahorros que la propia divisa nacional. Por otro lado, la tecnología financiera ha llegado para quedarse e invertir en ella es invertir en el futuro.
La mencionada encuesta sitúa Turquía como el país con mayor porcentaje de usuarios del mundo (un 20 % de adopción de la criptomonedas), seguido por Brasil (18 %), Colombia (18 %), Argentina (16 %), Sudáfrica (16 %), México (12 %), Chile (11 %), China (11 %), Indonesia (11 %) y España (10 %). Estos datos demuestran que América Latina es una de las regiones que están protagonizando la criptorevolución, si bien existen todavía muchas oportunidades de expansión.
¿Pero por qué son tan populares los criptoactivos entre la población latinoamericana? En primer lugar, hay que tener en cuenta que este crecimiento se encuentra dentro de un movimiento global histórico en el que cada vez dependemos más del mundo digital. En este contexto, es inevitable que sean también cada vez más las empresas que quieran apostar por tecnologías como el blockchain y ofrezcan servicios para los usuarios de Bitcoin, Ethereum o Litecoin.
Al mismo tiempo, se debe tener muy presente la situación muy particular de muchos países en América Latina, donde domina un contexto económico (así como político y social) que les hace desconfiar en los bancos centrales y la fortaleza de la moneda nacional. Es el caso de Venezuela, donde el bolívar lleva meses sufriendo una inflación histórica que ha animado a sus ciudadanos a buscar métodos de inversión y de pago diferentes con los que poder reunir unos pequeños ahorros.
De entre los países hispanohablantes, Colombia destaca en primera posición en el ranking de popularidad de las criptomonedas, y eso que la Superintendencia Financiera lleva años alertando de sus peligros. En Bogotá es cada vez más fácil encontrar un cajero donde comprar criptodivisas y también tiendas y otros establecimientos donde los aceptan como un método de pago. El Bitcoin sigue siendo la opción más popular entre los colombianos y las colombianas.
A Colombia le sigue de muy de cerca Argentina, aunque no así en cuanto a número de cajeros Bitcoin se refiere. Mientras que en las calles de Colombia podemos encontrar más de 40 puntos ATM, en Argentina por ahora solo hay una docena. No obstante, recientemente se lanzó en la república federal la primera página web del país a través de la cual se podrá comprar criptomonedas. Se trata de Inbest, que tiene por objetivo ayudar al crecimiento del sector en la región.
México y Chile también consiguieron una posición más que relevante en el informe anteriormente mencionado. Todavía son muchos los mexicanos y los chilenos que admiten desconocer de qué se tratan las criptodivisas y eso crea desconfianza. Además, muchos otros aseguran haber abandonado su uso por considerarlo muy complicado. Eso ofrece retos muy interesantes para empresas emergentes, que quizás quieran abrirse camino en el mundo de las fintech con soluciones financieras.
Pero si volvemos al caso concreto de Venezuela, este tiene unas particularidades muy concretas. En febrero de 2018, el presidente Nicolás Maduro lanzó la criptomoneda Petro, con la que pretendía ayudar a la economía nacional, que lleva mucho tiempo sumida en una grave crisis. Casi dos años después de su llegada, el Petro no parece haber resuelto nada y muchos expertos la han calificado de estafa, empezando solo por el hecho de que no es realmente una criptomoneda ya que no está descentralizada (requisito imprescindible de las criptodivisas).
Para 2020, los analistas predicen un buen momento para el Bitcoin, que podría volver a los valores de sus años de esplendor. Lógicamente, esto beneficiaría a todos los usuarios e esta criptomoneda de América Latina, especialmente cuando las economías nacionales de los países de esta región no parece que vayan a estabilizarse en los próximos meses. Los latinoamericanos parecen recibir bien los avances tecnológicos y esto tendrá un impacto positivo en el universo cripto.
En este sentido, cabe esperar una tendencia similar a la que hemos visto en los últimos meses. Brasil, Colombia, Argentina, México y Chile podrían seguir estando entre los países con más usuarios de criptomonedas del mundo y querrán aprovecharlo abriéndose todavía más camino en el sector de las fintech, o tecnología financiera, que actualmente está dominado por el Reino Unido y China. América Latina cuenta ya con unas 1.166 start-ups de este tipo (prácticamente todas en Brasil y México), lo que demuestra su interés por parte de la población y los empresarios en esta región.