La compra ilegal de cuentas está encendiendo las alarmas de ciberseguridad de las fintechs, quienes advierten que es una forma de fraude que exige de mucho esfuerzo tecnológico y cruce de información para su detección y prevención.
La modalidad supera los candados del onboarding digital, pues se trata de personas reales con documentos de identificación oficiales, contratadas por delincuentes para abrir cuentas y utilizarlas con fines fraudulentos. Su expansión en el mercado mexicano, según la fintech Albo, está poniendo a prueba a los equipos y sistemas de seguridad.
Para mitigar fraude por identidad es una tarea que no solo afecta de manera económica a las empresas sino también de manera reputacional y entre más mecanismos y acceso tengan a plataformas que no solo haga verificación de identidad sino también que de herramientas para evaluar indicadores que les dé herramientas para poder tomar decisiones oportunas, y este tipo de soluciones las proveemos para no solo ser un aliado en temas de verificación, sino que a través de nuestra plataforma KXY tener acceso a otro tipo de información como mapas de calor para identificar donde hay más intentos de fraude, acceso a los rechazos, entre otros. Equipo Jumio
Y trayendo a colación lo que está pasando en América Latina, principalmente con casos vistos en Colombia y México, respecto a la compra de cuentas de clientes reales y existentes para realizar fraude (cuestión que va más allá del onboarding digital) es fundamental contar con herramientas como la de Jumio, ya que en algún sentido permite prevenir el fraude al menos en uno de sus métodos (a través de un onboarding digital robusto)
Cruce de información
Por su lado, la empresa de tecnología Jumio apuntó que ante este tipo de fraude lo importante es el cruce de información entre todo el sistema; como una vía para identificar a los cuentahabientes que aplican recurrentemente al onboarding remoto de cuentas.
“Es importante que quede todo el récord de lo sucedido”, anotó Samer Atassi, vicepresidente para América Latina y el Caribe. «Con nuestro dashboard mantenemos toda la evidencia para que después se pueda usar en un tema judicial o para validar que hubo un fraude a través de una persona que fue comprada”.
Ante una pregunta de los asistentes del evento, sobre el uso de la IA por parte de las organizaciones criminales para burlar los procesos de onboarding, considerando que puede ser programada para crear avatares, Atassi anotó la diferencia entre una prueba de vida y una prueba de movimiento. Aspectos como la dilatación de pupila, el reflejo de la luz en la piel, la profundidad y tridimensionalidad son elementos que diferencian un proceso de onboarding certificado, explicó.
El fraude cibernético es un tema de creciente importancia en Latinoamérica. Recientemente, la Secretaría de Hacienda de México reformó la normativa antilavado para los transmisores de dinero electrónico, es decir, las instituciones dedicadas a las remesas, un mercado de US$ 58.000 millones anuales.
En este contexto, las empresas de tecnología financiera tienen el reto de equilibrar medidas antilavado y contra el fraude, con la creación de experiencias sin fricción, a la hora de facilitar la captación de clientes. No obstante, para Mario Hernández, CEO de Impesa, un desarrollador de tecnología, si bien las tasas de adopción de usuarios son importantes, también lo es la seguridad e integridad de las compañías.
«Si tenemos una duda, detenemos el proceso. El cliente, lamentablemente, no podrá abrir la cuenta. Y digo lamentablemente, porque como CEO tengo dos sombreros: necesito lograr el crecimiento, pero no quiero tener riesgo reputacional y que entren malhechores a nuestro ecosistema», dijo Hernández.
«Lo que hacemos es iniciar un proceso en dos vías. Primero contactar al cliente para ver cómo rescatarlo, y segundo, coordinar con el departamento de tecnología para resolver las cosas que haya que resolver», agregó.
La compra ilegal de cuentas está encendiendo las alarmas de ciberseguridad de las fintechs, quienes advierten que es una forma de fraude que exige de mucho esfuerzo tecnológico y cruce de información para su detección y prevención.
La modalidad supera los candados del onboarding digital, pues se trata de personas reales con documentos de identificación oficiales, contratadas por delincuentes para abrir cuentas y utilizarlas con fines fraudulentos. Su expansión en el mercado mexicano, según la fintech Albo, está poniendo a prueba a los equipos y sistemas de seguridad.
Para mitigar fraude por identidad es una tarea que no solo afecta de manera económica a las empresas sino también de manera reputacional y entre más mecanismos y acceso tengan a plataformas que no solo haga verificación de identidad sino también que de herramientas para evaluar indicadores que les dé herramientas para poder tomar decisiones oportunas, y este tipo de soluciones las proveemos para no solo ser un aliado en temas de verificación, sino que a través de nuestra plataforma KXY tener acceso a otro tipo de información como mapas de calor para identificar donde hay más intentos de fraude, acceso a los rechazos, entre otros. Equipo Jumio
Y trayendo a colación lo que está pasando en América Latina, principalmente con casos vistos en Colombia y México, respecto a la compra de cuentas de clientes reales y existentes para realizar fraude (cuestión que va más allá del onboarding digital) es fundamental contar con herramientas como la de Jumio, ya que en algún sentido permite prevenir el fraude al menos en uno de sus métodos (a través de un onboarding digital robusto)
Cruce de información
Por su lado, la empresa de tecnología Jumio apuntó que ante este tipo de fraude lo importante es el cruce de información entre todo el sistema; como una vía para identificar a los cuentahabientes que aplican recurrentemente al onboarding remoto de cuentas.
“Es importante que quede todo el récord de lo sucedido”, anotó Samer Atassi, vicepresidente para América Latina y el Caribe. «Con nuestro dashboard mantenemos toda la evidencia para que después se pueda usar en un tema judicial o para validar que hubo un fraude a través de una persona que fue comprada”.
Ante una pregunta de los asistentes del evento, sobre el uso de la IA por parte de las organizaciones criminales para burlar los procesos de onboarding, considerando que puede ser programada para crear avatares, Atassi anotó la diferencia entre una prueba de vida y una prueba de movimiento. Aspectos como la dilatación de pupila, el reflejo de la luz en la piel, la profundidad y tridimensionalidad son elementos que diferencian un proceso de onboarding certificado, explicó.
El fraude cibernético es un tema de creciente importancia en Latinoamérica. Recientemente, la Secretaría de Hacienda de México reformó la normativa antilavado para los transmisores de dinero electrónico, es decir, las instituciones dedicadas a las remesas, un mercado de US$ 58.000 millones anuales.
En este contexto, las empresas de tecnología financiera tienen el reto de equilibrar medidas antilavado y contra el fraude, con la creación de experiencias sin fricción, a la hora de facilitar la captación de clientes. No obstante, para Mario Hernández, CEO de Impesa, un desarrollador de tecnología, si bien las tasas de adopción de usuarios son importantes, también lo es la seguridad e integridad de las compañías.
«Si tenemos una duda, detenemos el proceso. El cliente, lamentablemente, no podrá abrir la cuenta. Y digo lamentablemente, porque como CEO tengo dos sombreros: necesito lograr el crecimiento, pero no quiero tener riesgo reputacional y que entren malhechores a nuestro ecosistema», dijo Hernández.
«Lo que hacemos es iniciar un proceso en dos vías. Primero contactar al cliente para ver cómo rescatarlo, y segundo, coordinar con el departamento de tecnología para resolver las cosas que haya que resolver», agregó.