Sin detenerse en las dificultades macro de la economía doméstica, las fintech argentinas siguen su proceso de regionalización y consiguen capitales globales para expandirse en América Latina. A la ola de startups que ya hicieron pie en otros mercados, se sumaron otros dos casos. Uno de ellos es Koibanx, plataforma especializada en tokenización de activos, consiguió USD 22 millones en su primera ronda de inversión con un innovador proyecto que permitirá que 10.000 desarrolladores construyan productos blockchain para fines de 2023.
Koibanx lleva 7 años en el ecosistema cripto, tiene 70 empleados y oficinas en México, Colombia, El Salvador, Argentina y Uruguay. Sus servicios permite tokenizar los activos de cualquier entidad financiera y llevarlos a blockchain, fragmentarlos, habilitar su uso como medio de pago, e intercambiarlos entre sí y con criptomonedas. Ofrece múltiples productos financieros en este terreno.
Koibanx trabajó junto a más de 10 bancos los cuales operan activos digitales blockchain en su plataforma, 4 gobiernos y más de 15 instituciones financieras. En septiembre de 2021, el gobierno de El Salvador, el único país de la región que acepta el Bitcoin como moneda de cursos legal, la eligió para implementar el sistema de pagos de su billetera Chivo Wallet. Y recientemente, selló un acuerdo con el gobierno de Nigeria para implementar su billetera “con un programa masivo de tokenización que podría convertirse en uno de los proyectos cripto más grandes del mundo”, aseguran en la compañía.
En diciembre de 2022, la compañía planea lanzar la versión beta de su primer producto para usuarios finales, se tratará de la primera plataforma low-code que permitirá a cualquier desarrollador crear productos financieros blockchain sin tener que saber programar sobre esta tecnología. Según las proyecciones de la compañía, este lanzamiento podría incorporar a 10,000 desarrolladores que construyan productos blockchain para fines de 2023.
Koibanx utilizará la inversión para fortalecer la infraestructura blockchain y seguir construyendo los rieles de pago que posibilitan que los bancos tradicionales amplíen sus operaciones en América Central.
“Queremos seguir a la vanguardia de la redefinición del sistema financiero de América Latina. Un sistema financiero basado en Blockchain inevitablemente da como resultado productos financieros más rápidos, escalables y programables que otorgarán acceso a un segmento más amplio de la población que se encuentra desatendido en la actualidad”, afirmó el cofundador y CEO de Koibanx, Leo Elduayen.
Rebill y Koibanx se anotan en otros casos recientes de fintech argentinas que consiguen inversores para expandirse. Pocas semanas atrás, Geopagos recibió USD 35 millones para desarrollar su negocio de proveer infraestructura de pagos digitales. Fundada en 2013 por un grupo de jóvenes emprendedores, ya opera en 15 países de la región, su tecnología facilita más de 150 millones de transacciones con un volumen procesado de USD 5.000 millones por año.
Más allá los casos del gigante Mercado Libre o de Ualá, que ya se desembarcó con firmeza en México y Colombia, hay muchas otras fintech de origen argentino que están expandiéndose en la región
Tapi, la fintech creada por Tomás Mindlin, Kevin Litvin, Nicolás Andriano y Bruno Cortinovis, que ya opera en la Argentina, Colombia y Perú cerró inversiones para seguir creciendo. La empresa nació de la experiencia de la billetera digital Tap, con el foco en el cobro de facturas de servicios públicos. Con ese aprendizaje, surgió el proyecto de ofrecer soluciones para mejorar la experiencia en los “pagos recurrentes” y darle pelea al efectivo y a la tradición del sistema presencial de pagos, algo tan presente en la Argentina como en cualquier país de América Latina.
Más allá los casos del gigante Mercado Libre o de Ualá, que ya se desembarcó con firmeza en México y Colombia, hay muchas otras Fintech de origen argentino que están expandiéndose en la región. Lemon, la startup fundada por Marcelo Cavazzoli y Borja Martel, comenzó a operar nada menos que en Brasil, en el marco de “un plan de expansión para llenar de Bitcoin a toda América Latina”, según Cavazzoli. Lemon arrancó en 2019 con 5 personas y a fin de esta año espera emplear a 500 en toda la región. En 2021 dio el salto con una ronda de inversiones de USD 16 millones.
Sin detenerse en las dificultades macro de la economía doméstica, las fintech argentinas siguen su proceso de regionalización y consiguen capitales globales para expandirse en América Latina. A la ola de startups que ya hicieron pie en otros mercados, se sumaron otros dos casos. Uno de ellos es Koibanx, plataforma especializada en tokenización de activos, consiguió USD 22 millones en su primera ronda de inversión con un innovador proyecto que permitirá que 10.000 desarrolladores construyan productos blockchain para fines de 2023.
Koibanx lleva 7 años en el ecosistema cripto, tiene 70 empleados y oficinas en México, Colombia, El Salvador, Argentina y Uruguay. Sus servicios permite tokenizar los activos de cualquier entidad financiera y llevarlos a blockchain, fragmentarlos, habilitar su uso como medio de pago, e intercambiarlos entre sí y con criptomonedas. Ofrece múltiples productos financieros en este terreno.
Koibanx trabajó junto a más de 10 bancos los cuales operan activos digitales blockchain en su plataforma, 4 gobiernos y más de 15 instituciones financieras. En septiembre de 2021, el gobierno de El Salvador, el único país de la región que acepta el Bitcoin como moneda de cursos legal, la eligió para implementar el sistema de pagos de su billetera Chivo Wallet. Y recientemente, selló un acuerdo con el gobierno de Nigeria para implementar su billetera “con un programa masivo de tokenización que podría convertirse en uno de los proyectos cripto más grandes del mundo”, aseguran en la compañía.
En diciembre de 2022, la compañía planea lanzar la versión beta de su primer producto para usuarios finales, se tratará de la primera plataforma low-code que permitirá a cualquier desarrollador crear productos financieros blockchain sin tener que saber programar sobre esta tecnología. Según las proyecciones de la compañía, este lanzamiento podría incorporar a 10,000 desarrolladores que construyan productos blockchain para fines de 2023.
Koibanx utilizará la inversión para fortalecer la infraestructura blockchain y seguir construyendo los rieles de pago que posibilitan que los bancos tradicionales amplíen sus operaciones en América Central.
“Queremos seguir a la vanguardia de la redefinición del sistema financiero de América Latina. Un sistema financiero basado en Blockchain inevitablemente da como resultado productos financieros más rápidos, escalables y programables que otorgarán acceso a un segmento más amplio de la población que se encuentra desatendido en la actualidad”, afirmó el cofundador y CEO de Koibanx, Leo Elduayen.
Rebill y Koibanx se anotan en otros casos recientes de fintech argentinas que consiguen inversores para expandirse. Pocas semanas atrás, Geopagos recibió USD 35 millones para desarrollar su negocio de proveer infraestructura de pagos digitales. Fundada en 2013 por un grupo de jóvenes emprendedores, ya opera en 15 países de la región, su tecnología facilita más de 150 millones de transacciones con un volumen procesado de USD 5.000 millones por año.
Más allá los casos del gigante Mercado Libre o de Ualá, que ya se desembarcó con firmeza en México y Colombia, hay muchas otras fintech de origen argentino que están expandiéndose en la región
Tapi, la fintech creada por Tomás Mindlin, Kevin Litvin, Nicolás Andriano y Bruno Cortinovis, que ya opera en la Argentina, Colombia y Perú cerró inversiones para seguir creciendo. La empresa nació de la experiencia de la billetera digital Tap, con el foco en el cobro de facturas de servicios públicos. Con ese aprendizaje, surgió el proyecto de ofrecer soluciones para mejorar la experiencia en los “pagos recurrentes” y darle pelea al efectivo y a la tradición del sistema presencial de pagos, algo tan presente en la Argentina como en cualquier país de América Latina.
Más allá los casos del gigante Mercado Libre o de Ualá, que ya se desembarcó con firmeza en México y Colombia, hay muchas otras Fintech de origen argentino que están expandiéndose en la región. Lemon, la startup fundada por Marcelo Cavazzoli y Borja Martel, comenzó a operar nada menos que en Brasil, en el marco de “un plan de expansión para llenar de Bitcoin a toda América Latina”, según Cavazzoli. Lemon arrancó en 2019 con 5 personas y a fin de esta año espera emplear a 500 en toda la región. En 2021 dio el salto con una ronda de inversiones de USD 16 millones.