Esto ha ocurrido con términos como empresas digitales, Fintech o disruptivas: son muchas las empresas que les gustaría ser definidas como alguna de ellas por los beneficios que nutren su imagen corporativo.
Este fenómeno ocurre hoy con los neobancos.
El término en sí mismo es desafortunado pues con el pasar de los años dejarán de ser “neo” y su nombre les incomodará. Como ocurre con la edad “Moderna” que ocurrió entre el siglo XV y XVII y que nada tiene que ver con lo moderno del siglo XXI y el futuro.
En unos años los neobancos ya no serán tan neo y serán viejos cuando surja un nuevo modelo de negocios, aun cuando se les conozca como neobancos.
En la actualidad se entiende como Neobancos, como un modelo de negocios financiero que opera con servicios muy similares a los tradicionales pero que no tienen una red de sucursal física ya que operan al ciento por ciento medios digitales para operar. Se accede a ellos no a través de sucursales, sino con aplicaciones instaladas en el celular y en computadoras.
Los neobancos son parte de las Fintech ya que su funcionamiento básico es el uso innovador de la tecnología y pueden incluso usar herramientas avanzadas como inteligencia artificial, sin tener que responder a la compleja operación de un banco tradicional.
Tienen otros nombres, todos en inglés: online bank, internet-only bank, or digital bank. En el mundo existe un término adicional: challenger bank o banco retador que es una entidad de crédito con autorización para operar como banca pero bajo un concepto de servicio 100% digital. Desde un punto de vista conceptual tiene autorización para captar recursos y otro tipo de operaciones que hacen la banca tradicional. Inician operaciones como neobancos y con su experiencia y funcionamiento pasan a esta categoría.
Es importante señalar que en el Wikipedia donde se hacen estas definiciones no aparece ningún banco mexicano, pero si tres de Argentina, tres de Brasil, uno de Colombia uno de Chile. En una lista en donde se describen varios del mundo (véase gráfica al final del post.)
Se puede argumentar que el sitio no está actualizado, pero si nos apegamos a su definición, nuestro punto de vista es que aún no llegamos a tener neobancos, aunque ya hay Fintech que están ofreciendo servicios que ofrecen competencia a uno dos servicios que ofrecen la banca tradicional.
Esto se puede explicar mejor si se analiza la siguiente tabla:
Si observamos esta tabla podemos concluir que no podemos afirmar que haya propiamente Neobancos en México principalmente porque la norma que los regula Ley Fintech fue aprobada apenas en 2018. A finales de septiembre del 2019, fecha límite, se presentaron 85 solicitudes, de las cuales 60 son instituciones de fondos de pago electrónico y 25 de financiamiento colectivo.
El 22 de enero de este año se dio a conocer que la empresa NVIO Pagos México (filial de Bitso) ha sido la primera que ha obtenido la autorización por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para prestar servicios en México, deberá empezar a operar antes de julio.
El 11 de abril la CNBV anunció que postergaría la autorización de las Fintech por 90 días debido a la pandemia Covid-19
Nvio sería la primer institución en México para operar como plataforma de pagos a cualquier banco a través del celular o correo electrónico de forma instantánea y sin comisiones de envío. Por lo que se podría decir de forma estricta, de acuerdo con la tabla presentada arriba, no hay aun Neobancos en México porque la única autorizada aún no opera, como se puede apreciar en su sitio web.
Con esta simple definición sería suficiente, pero debido a las legislaciones locales para ofrecer estos servicios en México estos negocios operan bajo el nombre de Instituciones de Banca Múltiple y están reguladas por diferentes leyes bancarias entre las que les autorizan varios tipos de operaciones.
Por lo tanto si no hay neobancos operando en México, tampoco hay bancos retadores aunque esto podría cambiar de forma acelerada en cuanto las nuevas empresas Fintech se vayan librando y empiecen a ofrecer servicios de operación. Desde esta perspectiva hay que señalar que las figura legal de un banco tradicional es de Institución de Banca Múltiple, de las cuales hay 51 instituciones autorizadas a la fecha.
Algunas de estas instituciones no son conocidas y podría uno pensar que serían bancos retador porque no tienen sucursales. En realidad su enfoque es otro, los que no conocemos tienen como clientes a instituciones y corporativos y otras son nuevas pero crecen bajo el concepto de banca tradicional, por lo que aunque sean bancos nuevos, no deben considerarse como neobancos aunque sean bancos nuevos (Véase gráfica en la parte de debajo de este post)
Con base en la información anterior podemos mostrar las empresas que en diferentes medios se les ha considerado como neobancos, pero cuya ubicación como tales obedece a una estrategia de posicionamiento, aunque la autorización de su actividad esté en proceso y su operación puede modificarse.
Se le llama Neobancos o Neobanks porque en sus actividades de promoción en medios y redes sociales han buscado ser posicionados como tales y los especialistas les han dado este juego, lo que provoca, a nuestro parecer una confusión al consumidor.
De la lista de empresas Fintech que hemos analizado en otros corporativos, el servicio que realmente sustituye a un banco es el de la tarjeta de débito que se administra una aplicación móvil. Esto es porque su servicio es el básico de un banco. Una cuenta bancaria en donde se hacen depósitos y pagos.
No obstante debido a que aun no operan con una autorización, no deberían ser considerados cono Neobanks ya que el público aun no cuenta con la certeza de que están operando bajo el amparo de las leyes mexicanas. Estrictamente hablando término Fintech tampoco sería apropiado, pero obtuvieron ese nombre por derecho propio y su existencia provocó la creación de una ley, así que sería mejor denominarlas solo como Fintech.
Aquellos servicios que además de permitir transferencias bancarias por SPEI agregan otras modalidades de transferencia de dinero como a través de WhatsApp o mensajes de texto reúnen los requisitos de un neobanco, aunque su autorización legal para su funcionamiento no se haya otorgado. Estos servicios adicionales además pueden ser mejorados con facilidades para administrar las cuentas bancarias y otros valores agregados específicos. Son puntos a su favor.
Sus puntos en contra también son importantes. Además del hecho de que aún no han sido autorizados por la ley Fintech es una advertencia para el consumidor de que aún no cumple con todos sus requisitos de operación, por lo que el dinero que maneje en estas cuentas tiene un riesgo relativo. Otro problema con estos servicios es que el depósito del dinero o el retiro en efectivo se tienen que hacer aprovechando la infraestructura de un tercero, ya sea una tienda o un banco. Lo que debe considerarse como un costo adicional que a veces no está especificado.
Estas son las tarjetas de débito virtuales que localizamos:
Todas estas empresas ofrecen algún modalidad de tarjeta de débito con valores agregados que compiten con la banca tradicional
Se descartaron instituciones que ofrecen tarjetas de crédito con servicios más avanzados como administración desde la aplicación móvil y ayuda en el manejo de las deudas. Sin embargo puede caer más en un servicio Fintech por sus características tecnológicas, pero no pueden ser consideradas como un reemplazo de servicio bancario, pues existe una amplia variedad de tarjetas de crédito que no son operadas por bancos tradicionales.
Finalmente es importante mencionar aunque las empresas que hacen compraventa de criptomonedas son consideradas por algunos especialistas como Neobancos, se descartaron en este comparativo ya que constituyen un modelo de negocio que, aunque compite con los bancos su funcionamiento, es radicalmente diferente. Por lo que es necesario compararlo de forma separada, ya que su operación es por demás interesante.
Esto ha ocurrido con términos como empresas digitales, Fintech o disruptivas: son muchas las empresas que les gustaría ser definidas como alguna de ellas por los beneficios que nutren su imagen corporativo.
Este fenómeno ocurre hoy con los neobancos.
El término en sí mismo es desafortunado pues con el pasar de los años dejarán de ser “neo” y su nombre les incomodará. Como ocurre con la edad “Moderna” que ocurrió entre el siglo XV y XVII y que nada tiene que ver con lo moderno del siglo XXI y el futuro.
En unos años los neobancos ya no serán tan neo y serán viejos cuando surja un nuevo modelo de negocios, aun cuando se les conozca como neobancos.
En la actualidad se entiende como Neobancos, como un modelo de negocios financiero que opera con servicios muy similares a los tradicionales pero que no tienen una red de sucursal física ya que operan al ciento por ciento medios digitales para operar. Se accede a ellos no a través de sucursales, sino con aplicaciones instaladas en el celular y en computadoras.
Los neobancos son parte de las Fintech ya que su funcionamiento básico es el uso innovador de la tecnología y pueden incluso usar herramientas avanzadas como inteligencia artificial, sin tener que responder a la compleja operación de un banco tradicional.
Tienen otros nombres, todos en inglés: online bank, internet-only bank, or digital bank. En el mundo existe un término adicional: challenger bank o banco retador que es una entidad de crédito con autorización para operar como banca pero bajo un concepto de servicio 100% digital. Desde un punto de vista conceptual tiene autorización para captar recursos y otro tipo de operaciones que hacen la banca tradicional. Inician operaciones como neobancos y con su experiencia y funcionamiento pasan a esta categoría.
Es importante señalar que en el Wikipedia donde se hacen estas definiciones no aparece ningún banco mexicano, pero si tres de Argentina, tres de Brasil, uno de Colombia uno de Chile. En una lista en donde se describen varios del mundo (véase gráfica al final del post.)
Se puede argumentar que el sitio no está actualizado, pero si nos apegamos a su definición, nuestro punto de vista es que aún no llegamos a tener neobancos, aunque ya hay Fintech que están ofreciendo servicios que ofrecen competencia a uno dos servicios que ofrecen la banca tradicional.
Esto se puede explicar mejor si se analiza la siguiente tabla:
Si observamos esta tabla podemos concluir que no podemos afirmar que haya propiamente Neobancos en México principalmente porque la norma que los regula Ley Fintech fue aprobada apenas en 2018. A finales de septiembre del 2019, fecha límite, se presentaron 85 solicitudes, de las cuales 60 son instituciones de fondos de pago electrónico y 25 de financiamiento colectivo.
El 22 de enero de este año se dio a conocer que la empresa NVIO Pagos México (filial de Bitso) ha sido la primera que ha obtenido la autorización por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para prestar servicios en México, deberá empezar a operar antes de julio.
El 11 de abril la CNBV anunció que postergaría la autorización de las Fintech por 90 días debido a la pandemia Covid-19
Nvio sería la primer institución en México para operar como plataforma de pagos a cualquier banco a través del celular o correo electrónico de forma instantánea y sin comisiones de envío. Por lo que se podría decir de forma estricta, de acuerdo con la tabla presentada arriba, no hay aun Neobancos en México porque la única autorizada aún no opera, como se puede apreciar en su sitio web.
Con esta simple definición sería suficiente, pero debido a las legislaciones locales para ofrecer estos servicios en México estos negocios operan bajo el nombre de Instituciones de Banca Múltiple y están reguladas por diferentes leyes bancarias entre las que les autorizan varios tipos de operaciones.
Por lo tanto si no hay neobancos operando en México, tampoco hay bancos retadores aunque esto podría cambiar de forma acelerada en cuanto las nuevas empresas Fintech se vayan librando y empiecen a ofrecer servicios de operación. Desde esta perspectiva hay que señalar que las figura legal de un banco tradicional es de Institución de Banca Múltiple, de las cuales hay 51 instituciones autorizadas a la fecha.
Algunas de estas instituciones no son conocidas y podría uno pensar que serían bancos retador porque no tienen sucursales. En realidad su enfoque es otro, los que no conocemos tienen como clientes a instituciones y corporativos y otras son nuevas pero crecen bajo el concepto de banca tradicional, por lo que aunque sean bancos nuevos, no deben considerarse como neobancos aunque sean bancos nuevos (Véase gráfica en la parte de debajo de este post)
Con base en la información anterior podemos mostrar las empresas que en diferentes medios se les ha considerado como neobancos, pero cuya ubicación como tales obedece a una estrategia de posicionamiento, aunque la autorización de su actividad esté en proceso y su operación puede modificarse.
Se le llama Neobancos o Neobanks porque en sus actividades de promoción en medios y redes sociales han buscado ser posicionados como tales y los especialistas les han dado este juego, lo que provoca, a nuestro parecer una confusión al consumidor.
De la lista de empresas Fintech que hemos analizado en otros corporativos, el servicio que realmente sustituye a un banco es el de la tarjeta de débito que se administra una aplicación móvil. Esto es porque su servicio es el básico de un banco. Una cuenta bancaria en donde se hacen depósitos y pagos.
No obstante debido a que aun no operan con una autorización, no deberían ser considerados cono Neobanks ya que el público aun no cuenta con la certeza de que están operando bajo el amparo de las leyes mexicanas. Estrictamente hablando término Fintech tampoco sería apropiado, pero obtuvieron ese nombre por derecho propio y su existencia provocó la creación de una ley, así que sería mejor denominarlas solo como Fintech.
Aquellos servicios que además de permitir transferencias bancarias por SPEI agregan otras modalidades de transferencia de dinero como a través de WhatsApp o mensajes de texto reúnen los requisitos de un neobanco, aunque su autorización legal para su funcionamiento no se haya otorgado. Estos servicios adicionales además pueden ser mejorados con facilidades para administrar las cuentas bancarias y otros valores agregados específicos. Son puntos a su favor.
Sus puntos en contra también son importantes. Además del hecho de que aún no han sido autorizados por la ley Fintech es una advertencia para el consumidor de que aún no cumple con todos sus requisitos de operación, por lo que el dinero que maneje en estas cuentas tiene un riesgo relativo. Otro problema con estos servicios es que el depósito del dinero o el retiro en efectivo se tienen que hacer aprovechando la infraestructura de un tercero, ya sea una tienda o un banco. Lo que debe considerarse como un costo adicional que a veces no está especificado.
Estas son las tarjetas de débito virtuales que localizamos:
Todas estas empresas ofrecen algún modalidad de tarjeta de débito con valores agregados que compiten con la banca tradicional
Se descartaron instituciones que ofrecen tarjetas de crédito con servicios más avanzados como administración desde la aplicación móvil y ayuda en el manejo de las deudas. Sin embargo puede caer más en un servicio Fintech por sus características tecnológicas, pero no pueden ser consideradas como un reemplazo de servicio bancario, pues existe una amplia variedad de tarjetas de crédito que no son operadas por bancos tradicionales.
Finalmente es importante mencionar aunque las empresas que hacen compraventa de criptomonedas son consideradas por algunos especialistas como Neobancos, se descartaron en este comparativo ya que constituyen un modelo de negocio que, aunque compite con los bancos su funcionamiento, es radicalmente diferente. Por lo que es necesario compararlo de forma separada, ya que su operación es por demás interesante.