Mover dinero a la velocidad de internet. Esa es la ambiciosa promesa que ofrece la fintech Shinkansen a las empresas. Su API que permite automatizar los pagos salientes, pagos entrantes y validaciones de cuenta para empresas, con la que movieron más de $500 millones de dólares en 2023, no es su apuesta de largo plazo.
“Nuestra visión es que el dinero es un dato. Un byte de información. Y como tal, debiera poder ser automatizable, programable y moverse con la velocidad con la que movemos información online” comenta Leo Soto, co-fundador y CEO de Shinkansen.
Una Cámara de Pagos de Bajo Valor (CPBV) es una sociedad regulada que facilita los movimientos de dinero entre entidades financieras (Bancos, Cooperativas, prepagos u operadores de tarjeta) a través de la comunicación, aceptación y posterior liquidación de las transferencias entre los clientes de esas entidades. La Comisión para el Mercado Financiero(CMF) autorizó a Shinkansen para crear una cámara propia.
Cada vez que uno hace una transferencia bancaria suceden una serie de procesos donde las instituciones financieras se comunican, aceptan y liquidan ese movimiento de dinero.
En Brasil, el banco central de ese país implementó PIX. Su adopción ha sido impresionante, con más de 140 millones de usuarios. Es considerado un ejemplo a nivel mundial por sus innovaciones en las formas de pagar entre personas, a los comercios y entre empresas.
“Si bien hay similitudes, ya que ambos somos infraestructuras tecnológicas para mover dinero y liquidar deudas entre instituciones financiera, nosotros somos un actor privado y no bancario.” comenta Soto.
"Vamos a crear nueva tecnología que va a facilitar la innovación en los movimientos de dinero. Esto, en una primera etapa, será un gran beneficio para instituciones financieras que quieran ahorrar tiempo y dinero al conectarse a una Cámara de Pagos. A diferencia de PIX, no va a ser usada directamente por el consumidor final en el corto plazo, pero sí le va a impactar en una mejora en precios, velocidad y experiencia.”
La segunda etapa es más agresiva. Es construir innovación a nivel de infraestructura.
“No es solo una nueva carretera, sino una nueva forma de transportarse. Pagos a un celular o directo al RUT, digitalizar los PAC con débitos directos e instantáneos en vez de con mandatos firmados en papel. Masificar las transferencias como medio de pago, siendo el medio más seguro y económico para comercios y usuarios. Flexibilizar los límites de 5 o 7 millones por transferencia. Ese es un listado acotado de las innovaciones que van a surgir a partir de nuestra cámara. Nosotros proveeremos la infraestructura, pero invitamos a otras instituciones financieras a que aprovechen esta oportunidad ", cierra el ingeniero.
Mover dinero a la velocidad de internet. Esa es la ambiciosa promesa que ofrece la fintech Shinkansen a las empresas. Su API que permite automatizar los pagos salientes, pagos entrantes y validaciones de cuenta para empresas, con la que movieron más de $500 millones de dólares en 2023, no es su apuesta de largo plazo.
“Nuestra visión es que el dinero es un dato. Un byte de información. Y como tal, debiera poder ser automatizable, programable y moverse con la velocidad con la que movemos información online” comenta Leo Soto, co-fundador y CEO de Shinkansen.
Una Cámara de Pagos de Bajo Valor (CPBV) es una sociedad regulada que facilita los movimientos de dinero entre entidades financieras (Bancos, Cooperativas, prepagos u operadores de tarjeta) a través de la comunicación, aceptación y posterior liquidación de las transferencias entre los clientes de esas entidades. La Comisión para el Mercado Financiero(CMF) autorizó a Shinkansen para crear una cámara propia.
Cada vez que uno hace una transferencia bancaria suceden una serie de procesos donde las instituciones financieras se comunican, aceptan y liquidan ese movimiento de dinero.
En Brasil, el banco central de ese país implementó PIX. Su adopción ha sido impresionante, con más de 140 millones de usuarios. Es considerado un ejemplo a nivel mundial por sus innovaciones en las formas de pagar entre personas, a los comercios y entre empresas.
“Si bien hay similitudes, ya que ambos somos infraestructuras tecnológicas para mover dinero y liquidar deudas entre instituciones financiera, nosotros somos un actor privado y no bancario.” comenta Soto.
"Vamos a crear nueva tecnología que va a facilitar la innovación en los movimientos de dinero. Esto, en una primera etapa, será un gran beneficio para instituciones financieras que quieran ahorrar tiempo y dinero al conectarse a una Cámara de Pagos. A diferencia de PIX, no va a ser usada directamente por el consumidor final en el corto plazo, pero sí le va a impactar en una mejora en precios, velocidad y experiencia.”
La segunda etapa es más agresiva. Es construir innovación a nivel de infraestructura.
“No es solo una nueva carretera, sino una nueva forma de transportarse. Pagos a un celular o directo al RUT, digitalizar los PAC con débitos directos e instantáneos en vez de con mandatos firmados en papel. Masificar las transferencias como medio de pago, siendo el medio más seguro y económico para comercios y usuarios. Flexibilizar los límites de 5 o 7 millones por transferencia. Ese es un listado acotado de las innovaciones que van a surgir a partir de nuestra cámara. Nosotros proveeremos la infraestructura, pero invitamos a otras instituciones financieras a que aprovechen esta oportunidad ", cierra el ingeniero.