El mercado privado de pensiones, dominado por bancos y aseguradoras, sigue teniendo una baja penetración entre los trabajadores brasileños. En una población ocupada de cerca de 102 millones de personas, el número de planes de pensiones privados abiertos sumaba apenas 14 millones, según datos de Fenaprevi. Con la vista puesta en los empleados de empresas no atendidas por los grandes operadores, la startup Stay ha atraído a inversores con la ambición de convertirse en una especie de Gympass para las pensiones privadas de las empresas.
Fundada el año pasado por un grupo de cuatro emprendedores, la startup recibió 15 millones de reales en una ronda semilla liderada por la gestora brasileña Maya Capital y el fondo californiano Better Tomorrow Ventures, centrado en startups en fase inicial.
También participaron la gestora argentina 17Sigma, el fondo scout Sequoia (que busca inversiones en startups locales en fase inicial), Grão (gestora de capital riesgo) y Ralicap, también de California. También se sumaron a la mesa de cap los emprendedores Aaron Schumm, fundador de Vestwell, y Roger Lee, fundador de Human Interest, ambos unicornios en el sector de las pensiones corporativas en Estados Unidos, mercado de referencia mundial en el segmento.
«Algunos inversores incluso querían poner más dinero, pero nuestro negocio quema muy poco efectivo y pensamos que esta cantidad era suficiente», dice Tsai Chi-Yu, CEO y uno de los fundadores de Stay. Nacido en Taiwán, ha trabajado en Morgan Stanley, Uber Brasil, 99 y la empresa de pagos Hash. Los otros fundadores son Caio Elias, Nicolas Frajhof y Pedro Iglesias.
La startup hace posible su negocio a través de una alianza con la aseguradora Zurich, buscando ofrecer planes personalizados para cada empleado en función de su perfil de riesgo, en los que las empresas pueden participar con copago o no.
«Curamos fondos de pensiones para empresas, en los que tenemos en cuenta el rendimiento y las carteras con menores comisiones de gestión, de una forma menos burocrática y la atención al cliente se hace a través de la plataforma digital», explica Chi-Yu.
Las pensiones privadas corporativas, señala Chi-Yu, se han convertido en un importante diferenciador competitivo en el mercado laboral para retener y atraer talento, además de no incurrir en cargas laborales. En Stay, la atención se centra en las empresas medianas y grandes con más de 40 o 50 empleados, que no están en el radar de los actores tradicionales.
«Hoy en día, el mercado de las pensiones está más orientado a los timos entre los grandes y nosotros no competimos con ellos», dice el empresario.
Los fondos recaudados se utilizarán para aumentar el equipo y ampliar la gama de productos ofrecidos en todas las regiones de Brasil, con planes de expansión posterior a América Latina.
Actualmente, Stay ya atiende a decenas de clientes, como el bufete de abogados Cescon Barrieu, la operadora Leve Saúde, la empresa sueca y líder mundial en productos quirúrgicos Mölnlycke, entre otros. La expectativa es duplicar el equipo de 10 personas hasta el final del año y multiplicar por diez el número de clientes.
El mercado privado de pensiones, dominado por bancos y aseguradoras, sigue teniendo una baja penetración entre los trabajadores brasileños. En una población ocupada de cerca de 102 millones de personas, el número de planes de pensiones privados abiertos sumaba apenas 14 millones, según datos de Fenaprevi. Con la vista puesta en los empleados de empresas no atendidas por los grandes operadores, la startup Stay ha atraído a inversores con la ambición de convertirse en una especie de Gympass para las pensiones privadas de las empresas.
Fundada el año pasado por un grupo de cuatro emprendedores, la startup recibió 15 millones de reales en una ronda semilla liderada por la gestora brasileña Maya Capital y el fondo californiano Better Tomorrow Ventures, centrado en startups en fase inicial.
También participaron la gestora argentina 17Sigma, el fondo scout Sequoia (que busca inversiones en startups locales en fase inicial), Grão (gestora de capital riesgo) y Ralicap, también de California. También se sumaron a la mesa de cap los emprendedores Aaron Schumm, fundador de Vestwell, y Roger Lee, fundador de Human Interest, ambos unicornios en el sector de las pensiones corporativas en Estados Unidos, mercado de referencia mundial en el segmento.
«Algunos inversores incluso querían poner más dinero, pero nuestro negocio quema muy poco efectivo y pensamos que esta cantidad era suficiente», dice Tsai Chi-Yu, CEO y uno de los fundadores de Stay. Nacido en Taiwán, ha trabajado en Morgan Stanley, Uber Brasil, 99 y la empresa de pagos Hash. Los otros fundadores son Caio Elias, Nicolas Frajhof y Pedro Iglesias.
La startup hace posible su negocio a través de una alianza con la aseguradora Zurich, buscando ofrecer planes personalizados para cada empleado en función de su perfil de riesgo, en los que las empresas pueden participar con copago o no.
«Curamos fondos de pensiones para empresas, en los que tenemos en cuenta el rendimiento y las carteras con menores comisiones de gestión, de una forma menos burocrática y la atención al cliente se hace a través de la plataforma digital», explica Chi-Yu.
Las pensiones privadas corporativas, señala Chi-Yu, se han convertido en un importante diferenciador competitivo en el mercado laboral para retener y atraer talento, además de no incurrir en cargas laborales. En Stay, la atención se centra en las empresas medianas y grandes con más de 40 o 50 empleados, que no están en el radar de los actores tradicionales.
«Hoy en día, el mercado de las pensiones está más orientado a los timos entre los grandes y nosotros no competimos con ellos», dice el empresario.
Los fondos recaudados se utilizarán para aumentar el equipo y ampliar la gama de productos ofrecidos en todas las regiones de Brasil, con planes de expansión posterior a América Latina.
Actualmente, Stay ya atiende a decenas de clientes, como el bufete de abogados Cescon Barrieu, la operadora Leve Saúde, la empresa sueca y líder mundial en productos quirúrgicos Mölnlycke, entre otros. La expectativa es duplicar el equipo de 10 personas hasta el final del año y multiplicar por diez el número de clientes.