En Colombia, el 50% de los pagos se realizan de cuenta a cuenta, el 40% con tarjetas y el 10% restante a través de Open Finance y criptomonedas en distintos mercados del país. Desde finales de 2020, impulsados por la pandemia del Covid-19, los pagos inmediatos de tarjeta a tarjeta crecieron significativamente hasta 2023, cuando la llegada de Transfiya facilitó aún más las transferencias de cuenta a cuenta. En 2024, el enfoque de la industria se ha centrado en la oferta de servicios apificados.
En los últimos años, Colombia ha visto la llegada de nuevos jugadores al sector financiero regulado, como Bold, Mercado Pago, Ualá, Nu y Addi. La mayoría de estas nuevas licencias cuentan con el respaldo de grandes inversionistas o compañías internacionales, quienes ven en el país una oportunidad para competir con los bancos tradicionales y atender segmentos desatendidos del mercado financiero.
Actualmente, el regulador colombiano evalúa la aprobación de al menos 16 empresas que buscan obtener autorización como Compañía de Financiamiento, sumándose a las 132 entidades ya reguladas en el país. En contraste, en México hay cinco compañías en proceso de aprobación, mientras que en Brasil y Chile se espera la autorización de un número similar de empresas.
La necesidad de ampliar las oportunidades financieras es clave en Colombia. Según un informe de Pronus, en 2024 más del 60% de los ciudadanos no tenían acceso a productos de crédito debido a desigualdades económicas, la limitada oferta de servicios y la falta de educación financiera, lo que reduce la inclusión financiera en el país.
La Paytech argentina Pomelo es una de las Fintechs que están revolucionando el procesamiento de pagos en Colombia, facilitando transacciones ágiles y promoviendo la inclusión financiera. Así funciona su flujo de emisión:
Lo que diferencia a Pomelo es que en ningún momento interviene un adquirente bancario en la transacción, lo que hace el proceso más eficiente y reduce el riesgo de rechazo del pago.
En Brasil, Pix ha alcanzado más de 152 millones de usuarios registrados, lo que equivale aproximadamente al 72% de la población, y cuenta con 778 millones de claves Pix activas, incrementando la bancarización en un 46%.
Siguiendo este modelo de éxito, Colombia está avanzando en la implementación del nuevo sistema de pagos inmediatos Bre-B, que comenzará a operar en el segundo semestre de 2025. Su objetivo es eliminar barreras de interoperabilidad con bajos costos y mayor velocidad, permitiendo a bancos y Fintechs expandir su base de clientes mediante la integración de APIs y herramientas automatizadas para la activación de claves.
Gracias al impulso de compañías como Pomelo y la colaboración de actores clave del ecosistema, la inclusión financiera en Colombia tiene el potencial de crecer exponencialmente. Sin embargo, para que esta evolución se concrete rápidamente, es fundamental que las regulaciones se implementen con celeridad y que los usuarios conozcan y adopten los nuevos servicios como Bre-B para gestionar sus finanzas de manera más eficiente.
En Colombia, el 50% de los pagos se realizan de cuenta a cuenta, el 40% con tarjetas y el 10% restante a través de Open Finance y criptomonedas en distintos mercados del país. Desde finales de 2020, impulsados por la pandemia del Covid-19, los pagos inmediatos de tarjeta a tarjeta crecieron significativamente hasta 2023, cuando la llegada de Transfiya facilitó aún más las transferencias de cuenta a cuenta. En 2024, el enfoque de la industria se ha centrado en la oferta de servicios apificados.
En los últimos años, Colombia ha visto la llegada de nuevos jugadores al sector financiero regulado, como Bold, Mercado Pago, Ualá, Nu y Addi. La mayoría de estas nuevas licencias cuentan con el respaldo de grandes inversionistas o compañías internacionales, quienes ven en el país una oportunidad para competir con los bancos tradicionales y atender segmentos desatendidos del mercado financiero.
Actualmente, el regulador colombiano evalúa la aprobación de al menos 16 empresas que buscan obtener autorización como Compañía de Financiamiento, sumándose a las 132 entidades ya reguladas en el país. En contraste, en México hay cinco compañías en proceso de aprobación, mientras que en Brasil y Chile se espera la autorización de un número similar de empresas.
La necesidad de ampliar las oportunidades financieras es clave en Colombia. Según un informe de Pronus, en 2024 más del 60% de los ciudadanos no tenían acceso a productos de crédito debido a desigualdades económicas, la limitada oferta de servicios y la falta de educación financiera, lo que reduce la inclusión financiera en el país.
La Paytech argentina Pomelo es una de las Fintechs que están revolucionando el procesamiento de pagos en Colombia, facilitando transacciones ágiles y promoviendo la inclusión financiera. Así funciona su flujo de emisión:
Lo que diferencia a Pomelo es que en ningún momento interviene un adquirente bancario en la transacción, lo que hace el proceso más eficiente y reduce el riesgo de rechazo del pago.
En Brasil, Pix ha alcanzado más de 152 millones de usuarios registrados, lo que equivale aproximadamente al 72% de la población, y cuenta con 778 millones de claves Pix activas, incrementando la bancarización en un 46%.
Siguiendo este modelo de éxito, Colombia está avanzando en la implementación del nuevo sistema de pagos inmediatos Bre-B, que comenzará a operar en el segundo semestre de 2025. Su objetivo es eliminar barreras de interoperabilidad con bajos costos y mayor velocidad, permitiendo a bancos y Fintechs expandir su base de clientes mediante la integración de APIs y herramientas automatizadas para la activación de claves.
Gracias al impulso de compañías como Pomelo y la colaboración de actores clave del ecosistema, la inclusión financiera en Colombia tiene el potencial de crecer exponencialmente. Sin embargo, para que esta evolución se concrete rápidamente, es fundamental que las regulaciones se implementen con celeridad y que los usuarios conozcan y adopten los nuevos servicios como Bre-B para gestionar sus finanzas de manera más eficiente.