La situación, en primera instancia, parece contradictoria. Por un lado, los mexicanos, como lo señala el XIII Informe de Tendencias en Medios de Pago, muestran una inclinación favorable hacia la innovación en medios de pago, especialmente en lo que toca a las operaciones en formato digital.
Al mismo tiempo, estos consumidores, en la mayoría de sus operaciones comerciales, privilegian el uso de billetes y monedas.
Ambas orientaciones, presuntamente discordantes, están bien proyectadas en el estudio de Minsait Payments. Por un lado, los mexicanos no dudan de los beneficios que vienen con las nuevas ideas en medios de pago, incluso, dicen, están interesados en aprovecharlas:
No obstante, para la mayoría de los consumidores de México (el 41%), como también lo apunta el estudio de Minsait Payments, el efectivo aún es el medio de pago preferido en las transacciones (compras y pagos) presenciales y online.
¿Cómo interpretar la situación que se presenta en el territorio mexicano? Trascendiendo la aparente contradicción y, sobre todo, entendiendo que la innovación en medios de pago –más allá de su potencial tecnológico– no puede colocarse al margen de la economía real. Un ecosistema económico, como el de México, puede implicar desafíos importantes para la adopción de métodos de pago avanzados.
En una economía como la mexicana, el predominio del efectivo es un tema que rebasa los criterios estrictamente tecnológicos.
A decir de expertos, el arraigo de los billetes y las monedas –en México y otras naciones de Latinoamérica– se deriva de varios aspectos:
Cuando se combinan dichas circunstancias, los beneficios de los medios de pago digitales (inmediatez, trazabilidad, confianza) ya no resultan tan útiles para muchos comercios y consumidores.
Esto podría explicar otras de las tendencias detectadas por el estudio de Minsait Payments, el cual señala cuatro razones que fortalecen el uso de efectivo en las operaciones comerciales que se realizan en el mundo:
Desde la perspectiva de Minsait Payments, el desafío sí puede ser enfrentado.
En primer término, para impulsar la adopción de medios digitales de pago, se debe desarrollar una estrategia que abarque las distintas perspectivas relevantes: industria de medios de pagos, sector financiero tradicional, autoridades, Fintechs, Open Finance, etc. No se puede ignorar que los medios de pago de hoy tienen que operar en un entorno financiero sumamente diversificado y en constante transformación. Las innovaciones en medios de pago deben tomar en cuenta esta pluralidad.
Asimismo, para reducir el uso de efectivo sin marginar a consumidores y negocios, los medios de pago innovadores deben apegarse a las necesidades de su entorno de operación. Es decir, antes de pensar en detalles técnicos muy particulares, se debería ponderar qué ideas resultan más efectivas para un mercado con -por ejemplo- baja inclusión financiera, pero con alta penetración de banda ancha móvil. Hay que alinear el desarrollo de medios de pago digitales a las características del ambiente.
En ese sentido, para economías como la de México, el análisis y la creatividad son los mejores recursos para reducir el uso del dinero tradicional, y así liberar toda la innovación de los pagos digitales.
La situación, en primera instancia, parece contradictoria. Por un lado, los mexicanos, como lo señala el XIII Informe de Tendencias en Medios de Pago, muestran una inclinación favorable hacia la innovación en medios de pago, especialmente en lo que toca a las operaciones en formato digital.
Al mismo tiempo, estos consumidores, en la mayoría de sus operaciones comerciales, privilegian el uso de billetes y monedas.
Ambas orientaciones, presuntamente discordantes, están bien proyectadas en el estudio de Minsait Payments. Por un lado, los mexicanos no dudan de los beneficios que vienen con las nuevas ideas en medios de pago, incluso, dicen, están interesados en aprovecharlas:
No obstante, para la mayoría de los consumidores de México (el 41%), como también lo apunta el estudio de Minsait Payments, el efectivo aún es el medio de pago preferido en las transacciones (compras y pagos) presenciales y online.
¿Cómo interpretar la situación que se presenta en el territorio mexicano? Trascendiendo la aparente contradicción y, sobre todo, entendiendo que la innovación en medios de pago –más allá de su potencial tecnológico– no puede colocarse al margen de la economía real. Un ecosistema económico, como el de México, puede implicar desafíos importantes para la adopción de métodos de pago avanzados.
En una economía como la mexicana, el predominio del efectivo es un tema que rebasa los criterios estrictamente tecnológicos.
A decir de expertos, el arraigo de los billetes y las monedas –en México y otras naciones de Latinoamérica– se deriva de varios aspectos:
Cuando se combinan dichas circunstancias, los beneficios de los medios de pago digitales (inmediatez, trazabilidad, confianza) ya no resultan tan útiles para muchos comercios y consumidores.
Esto podría explicar otras de las tendencias detectadas por el estudio de Minsait Payments, el cual señala cuatro razones que fortalecen el uso de efectivo en las operaciones comerciales que se realizan en el mundo:
Desde la perspectiva de Minsait Payments, el desafío sí puede ser enfrentado.
En primer término, para impulsar la adopción de medios digitales de pago, se debe desarrollar una estrategia que abarque las distintas perspectivas relevantes: industria de medios de pagos, sector financiero tradicional, autoridades, Fintechs, Open Finance, etc. No se puede ignorar que los medios de pago de hoy tienen que operar en un entorno financiero sumamente diversificado y en constante transformación. Las innovaciones en medios de pago deben tomar en cuenta esta pluralidad.
Asimismo, para reducir el uso de efectivo sin marginar a consumidores y negocios, los medios de pago innovadores deben apegarse a las necesidades de su entorno de operación. Es decir, antes de pensar en detalles técnicos muy particulares, se debería ponderar qué ideas resultan más efectivas para un mercado con -por ejemplo- baja inclusión financiera, pero con alta penetración de banda ancha móvil. Hay que alinear el desarrollo de medios de pago digitales a las características del ambiente.
En ese sentido, para economías como la de México, el análisis y la creatividad son los mejores recursos para reducir el uso del dinero tradicional, y así liberar toda la innovación de los pagos digitales.