Poblaciones sub-bancarizadas, trabajo informal y pequeñas empresas en crisis: los retos de la salud financiera en Latinoamérica
● 70% de los latinoamericanos no tienen una cuenta bancaria, y 80% no cuenta con una tarjeta de crédito.
● Más de 2.6 millones de PyMEs en Latinoamérica han cerrado o están cerca de hacerlo debido a la pandemia.
● Más de la mitad de la fuerza laboral en la región trabaja de manera informal.
En él, a través de un análisis de dos años, Village Capital comparte el estado de la salud financiera de personas y dueños de pequeños negocios en regiones de Europa, Latinoamérica, Medio Oriente / Norte de África, Estados Unidos y el Sur de Asia. Así como tendencias y datos cuantitativos del sector fintech que pueden solucionar los grandes problemas relacionados con préstamos, ahorro, ingresos y gastos.
“El gran problema que detectamos en estas cinco regiones -después de evaluar 1,100 postulaciones de 22 países- es que hay servicios financieros para algunos, pero no para todos; especialmente no los hay para poblaciones como mujeres, refugiados o migrantes y comunidades rurales”, destacó Daniel Cossío, Director Regional de Village Capital Latinoamérica.
El reporte señala que existe una amplia inequidad económica, grandes poblaciones sub-bancarizadas y obstáculos que enfrentan los pequeños negocios, como acceso a financiamiento y a herramientas para su crecimiento.
Respecto a Latinoamérica, el reporte destaca que a pesar de que en la última década ha habido progreso en la salud financiera de las personas y los negocios, la pandemia detuvo parte de ese avance. Más de 2.6 millones de PyMEs han cerrado o están cerca de hacerlo debido a la crisis de salud y sus consecuencias, a pesar de que conforman la columna vertebral de la economía de la región.
“La mayoría de los bancos e instituciones financieras aún consideran a las PyMEs como de alto riesgo para financiarlas, por ello, fijan tasas de interés más altas que las que ofrecen a sus grandes competidores”, añade el reporte.
Además, aún hay retos por vencer relacionados con las poblaciones sub-bancarizadas y el trabajo informal. Por ejemplo, 70% de los latinoamericanos no tienen una cuenta bancaria y 8 de cada 10 no tiene una tarjeta de crédito. El reporte señala que más de la mitad de la fuerza laboral en Latinoamérica trabaja en el sector informal, lo cual significa que no cuenta con contratos, seguridad social y no recibe sus pagos regularmente; por lo que en la crisis económica actual han batallado para mantener sus ingresos y cubrir sus necesidades básicas.
Por fortuna, varios emprendedores están trabajando en nuevos modelos de negocio para llenar estos vacíos en los sistemas tradicionales de financiamiento. Las empresas Fintech que están trabajando en los ejes de préstamos, ahorro, ingresos o gastos, tienen el potencial de democratizar el acceso a los servicios financieros y mejorar la salud financiera de las personas; es decir, su capacidad de administrar sus ingresos, obtener un préstamo cuando lo necesiten y planificar su futuro.
“Vemos que la innovación en salud financiera se está dando principalmente en estos cuatro ejes. Hoy encontramos más startups enfocadas en brindar soluciones para alguno de ellos, con alternativas para préstamos, acceso a capital para PyMEs, startups que están innovando en proptech; aquellas que ayudan a los trabajadores a incrementar sus ingresos, e incluso aquellas que ayudan a las personas a realizar pagos y envíos de dinero. Hoy estas cuatro ramas del sector fintech están complementando, o incluso rebasando, la oferta del sector financiero tradicional”, concluye Daniel Cossío.
Poblaciones sub-bancarizadas, trabajo informal y pequeñas empresas en crisis: los retos de la salud financiera en Latinoamérica
● 70% de los latinoamericanos no tienen una cuenta bancaria, y 80% no cuenta con una tarjeta de crédito.
● Más de 2.6 millones de PyMEs en Latinoamérica han cerrado o están cerca de hacerlo debido a la pandemia.
● Más de la mitad de la fuerza laboral en la región trabaja de manera informal.
En él, a través de un análisis de dos años, Village Capital comparte el estado de la salud financiera de personas y dueños de pequeños negocios en regiones de Europa, Latinoamérica, Medio Oriente / Norte de África, Estados Unidos y el Sur de Asia. Así como tendencias y datos cuantitativos del sector fintech que pueden solucionar los grandes problemas relacionados con préstamos, ahorro, ingresos y gastos.
“El gran problema que detectamos en estas cinco regiones -después de evaluar 1,100 postulaciones de 22 países- es que hay servicios financieros para algunos, pero no para todos; especialmente no los hay para poblaciones como mujeres, refugiados o migrantes y comunidades rurales”, destacó Daniel Cossío, Director Regional de Village Capital Latinoamérica.
El reporte señala que existe una amplia inequidad económica, grandes poblaciones sub-bancarizadas y obstáculos que enfrentan los pequeños negocios, como acceso a financiamiento y a herramientas para su crecimiento.
Respecto a Latinoamérica, el reporte destaca que a pesar de que en la última década ha habido progreso en la salud financiera de las personas y los negocios, la pandemia detuvo parte de ese avance. Más de 2.6 millones de PyMEs han cerrado o están cerca de hacerlo debido a la crisis de salud y sus consecuencias, a pesar de que conforman la columna vertebral de la economía de la región.
“La mayoría de los bancos e instituciones financieras aún consideran a las PyMEs como de alto riesgo para financiarlas, por ello, fijan tasas de interés más altas que las que ofrecen a sus grandes competidores”, añade el reporte.
Además, aún hay retos por vencer relacionados con las poblaciones sub-bancarizadas y el trabajo informal. Por ejemplo, 70% de los latinoamericanos no tienen una cuenta bancaria y 8 de cada 10 no tiene una tarjeta de crédito. El reporte señala que más de la mitad de la fuerza laboral en Latinoamérica trabaja en el sector informal, lo cual significa que no cuenta con contratos, seguridad social y no recibe sus pagos regularmente; por lo que en la crisis económica actual han batallado para mantener sus ingresos y cubrir sus necesidades básicas.
Por fortuna, varios emprendedores están trabajando en nuevos modelos de negocio para llenar estos vacíos en los sistemas tradicionales de financiamiento. Las empresas Fintech que están trabajando en los ejes de préstamos, ahorro, ingresos o gastos, tienen el potencial de democratizar el acceso a los servicios financieros y mejorar la salud financiera de las personas; es decir, su capacidad de administrar sus ingresos, obtener un préstamo cuando lo necesiten y planificar su futuro.
“Vemos que la innovación en salud financiera se está dando principalmente en estos cuatro ejes. Hoy encontramos más startups enfocadas en brindar soluciones para alguno de ellos, con alternativas para préstamos, acceso a capital para PyMEs, startups que están innovando en proptech; aquellas que ayudan a los trabajadores a incrementar sus ingresos, e incluso aquellas que ayudan a las personas a realizar pagos y envíos de dinero. Hoy estas cuatro ramas del sector fintech están complementando, o incluso rebasando, la oferta del sector financiero tradicional”, concluye Daniel Cossío.