Los bancos ya no pueden darse el lujo de ignorar las necesidades de las pequeñas y medianas empresas (pymes). A medida que los mercados tradicionales maduran, estas representan una oportunidad de crecimiento significativo para el futuro, pero solo si las instituciones financieras (IF)pueden proporcionar los productos crediticios correctos en el momento adecuado a fin de satisfacer sus necesidades específicas